Nigeria es una república federal de Africa Occidental, conocido como el ‘gigante africano’, con una población de 186 millones (censo 2015) de los cual 90 millones son menores de 18 años (la tercera mas grande del mundo) y es el vigésimo en el ranking de la economía mundial, con un PIB de 1 trillon de dólares. Predomina el idioma ingles y es multicultural con una mayoría de cristianos que habitan el sur y otro de musulmanes en la parte norte del país. En 2002 en la localidad norte de Maiduguri del Estado de Borno se formó un grupo terrorista islámico, Boko Haram, con el objetivo de imponer la ley Sharia. En 2011 el gobierno nigeriano declaró el estado de emergencia en cuatro estados del norte porque el grupo comenzó a secuestrar mujeres para la prostitución y perpetuar ataques genocidas contra algunos pueblos de la zona. Volviendo a la situación del buque ‘Aquarius’ y los más de 600 supuestos refugiados, había más de 26 nacionalidades en los cuales figuraban nigerianos.
Sabemos que el nuevo gobierno les otorgó acogida de acuerdo a las normas de la Naciones Unidas para ciudadanos que huían de los países en conflicto bélico, especialmente guerras civiles. Posterior a esta primera intención humanitaria por parte de España comenzó un proceso de identificación y organización de acogida para distribuirlos a distintas partes del país. A poco tiempo, nuestro ilustre alcalde de la Muy Leal en su capacidad de Presidente del FEMP nos informó que ya había 200 ayuntamientos dispuestos a acoger a los 600 inmigrantes del barco y que había entregado la lista a la Vicepresidente del gobierno para poder coordinar el sistema de acogimiento. Cual fue la sorpresa días más tarde cuando la ONG Provivienda informa que ya estaban listos a coger ocho varones nigerianos entre 18 y 34 años y que serían los primeros refugiados en llegar a Galicia. La noticia nos ofreció todos los detalles de la acogida. Sin embargo, la dirección de la FEMP dijo que el acto no se acogía al acuerdo suscrito por el convenio con las ONG’s de la Cruz Roja, Accern y CEAR. O sea, que el ayuntamiento de esta ciudad no se enteró del proceso de Provivienda.
Algo no está funcionando. Recordemos que el último censo de extranjeros empadronados en Vigo incluye ciudadanos de Senegal, Marruecos, Ghana y Nigeria. Este último con 180 censados. Desde hace años somos conscientes de estos ciudadanos muchos de los cuales han estado aquí años. Su vestimenta, sus negocios de manta, especialmente en la playa de Samil y su adaptación al ambiente vigués nos demuestra que están bien integrados. Sin embargo, a este nuevo grupo se les ha dado los privilegios -muy superiores- de refugiados considerando que Nigeria es un país democrático con un gobierno elegido por el pueblo en las urnas, aunque sufre de terrorismo islámico como gran parte de Europa. Si bien la emigración masiva de África es obvia y generalmente por razones económicas, la mayoría siguen siendo explotados por los traficantes de personas. El tema ya está como el problema número uno de la Unión Europea, las verdaderas negociaciones y acuerdos están en el tintero. Lo que no debemos hacer es ir por libre como es el caso de Vigo, no solo por el bien de esta pobre gente que busca vivir en paz y fuera de los conflictos tanto económicos como bélicos que estallan a diario en este planeta, pero por la propia discriminación local de los nigerianos en esta ciudad. Hay un refrán que dice. ‘El infierno está empedrado con buenas intenciones’.
