Opinión

Ingleses y otros historiadores

El mundo está revuelto. El ‘hombre’ sigue tropezando en la misma piedra. ¿Y España qué? Un poco de historia. Los siguientes personajes forman parte de los escritores que han indagado en lo contemporáneo con interés centrado en la Guerra Civil. Ian Gibson, irlandés de nacimiento, pero nacionalizado español y Paul Preston, inglés y catedrático del London School of Economics son de los extranjeros más conocidos ya que ambos han dedicado la mayor parte de su vida investigando hasta el último detalle sobre la catástrofe española y las posteriores consecuencias de la dictadura franquista. Hugh Thomas, por otro lado, escribió su única obra sobre el tema en 1961; sus otros libros de historia se centraron en la época del imperio español del siglo XVI y XVII. 
Tanto Gibson como Preston son anti-franquistas y la mayor parte de sus libros fueron escritos después de la muerte del caudillo. Sin embargo, Thomas era más cauteloso. Dijo que Franco era, ‘un general astuto, duro, paciente, pero sin imaginación’. Por otro lado, Andrew Roberts, un renombrado historiador del Sunday Times dedicó un artículo extensivo en julio de 1996 sobre el General Franco. En su disertación llegó a comentar que, ‘una vez que la generación a quien brutalizó se haya ido, será visto como el Cromwell de España – el hombre que dirigió y llevo a la fuerza a su pueblo desde una guerra civil a una era moderna. Ambos hombres fueron en parte responsables por haber empezado las guerras civiles que ganaron, pero estos eran inevitables, y sin sus victorias, peores tragedias hubieran ocurrido.
Dentro de España, el escritor Fernando García de Cortázar obtuvo el Premio Nacional de Historia por su obra ‘Historia de España desde el Arte’. Al recibirlo, este ilustre catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Deusto declaró, en referencia a la ‘Ley de la Memoria Histórica’ que ‘huele mucho a imposición desde el poder político’ y advirtió que ni los jueces ni el Parlamento son los encargados de decir ‘cual es la verdadera historia’. Curiosamente fue el Ministerio de Cultura del gobierno de la época que le concedió el premio máximo, el mismo que ha redactado esta ley. Como saben, la ley abrió una verdadera caja legal de Pandora gracias al entonces juez Baltasar Garzón que instruyó las actas pertinentes para que se investiguen todos los crímenes cometidos durante la época en cuestión incluido la acusación de genocidio por parte de Franco y sus generales. 
Sin embargo, el Fiscal General abrió un expediente en contra del caso. Una edición de la revista ‘Economist’ se hizo eco del asunto y mencionó en un artículo que ‘la izquierda había descubierto que hacer resurgir el franquismo era una manera simple de provocar a la derecha tomando en cuenta que el fundador del partido fue un ex ministro de Franco’. No deseo criticar a favor o en contra de lo que estaba ocurriendo en esos momentos sobre el movimiento de resucitar el espectro de la Guerra Civil Española. Simplemente expongo unos puntos de referencia, algunos contradictorios, de un número de ilustres conocedores de la materia. Pero, como ciudadano europeo, creo que la situación de la actual crisis mundial tanto económica como bélica es tan enorme que tratar de remover en el pasado para hacer justicia – con todo el respeto - a los represaliados no ayudará a paliar la situación. Por último, no debemos olvidar la II Guerra Mundial. Hitler y sus verdugos fueron condenados en los juicios de Nuremberg por atrocidades contra la humanidad, pero hubo otros cientos de miles de civiles asesinados en Europa, enmascarados por la contienda, en represalias mutuas entre sus ciudadanos. ¿No ocurrió algo similar en España?

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