La verdad, con lo que está cayendo con lo del ébola es difícil hablar de otra cosa. Antes que nada, y como aún estoy disfrutando de unas vacaciones en Tenerife en lo podría afectar a las islas hay dos noticias. La semana pasada, un avión hizo escala en Las Palmas con un posible pasajero noruego que presentaba síntomas de la enfermedad. Lo otro es que la ONU desea usar este aeropuerto como puente aéreo para el transporte de todo el material y personal que tratará de frenar la epidemia en África ya que las islas están a unos 300 kilómetros. Vuelvo al tema de Guirilandia. ¿Por qué el titulo? En mi función como cónsul aprendí que existen tres grupos de británicos que pululan por los paraísos cuasi-tropicales de Europa. Los primeros son los turistas normales como todo el mundo que viaja de placer sean por semanas o meses.
Hay de todo pero generalmente vuelven a casa a seguir con su vida cotidiana. Seguimos con los que suelen solicitar la residencia sea por trabajo, montando un negocio, empleado por una empresa y naturalmente incluidos están los jubilados tanto parejas de mediana edad como los geriátricos que deciden dejar su tierra por el clima del sur. Pero hay otro grupo que cae entre ambas categorías mencionadas antes y suelen ser personas también de mediana edad que han comprado una segunda vivienda en España y aunque suelen disfrutar de meses del sol siguen empadronados en Gran Bretaña. Estos últimos son denominados ‘golondrinas’ porque pasan la mitad del año fuera de su país mientras que fiscalmente siguen como residentes. No pasa nada; todo es legal. El problema surge en que no se integran en la sociedad local como suelen hacer los permanentes que pagan sus impuestos y la seguridad social española. La pena en general es que en las zonas de masificación turística, como suelen ser por ejemplo Tenerife y Alicante está todo orientado, como había explicado en mí artículo de la semana pasada para los gustos de la extranjería. Se nota en los supermercados y especialmente en los quioscos de la prensa. Encontrar un periódico local en castellano es una verdadera odisea.
Como viajero nato suelo enterarme de las cosas que pasan en el pueblo al que visito. ¿Por eso pregunto, qué está pasando en Canarias? Tienen la tasa de paro más alta del país con 35% sin embargo encontrar un empleado canario en un hotel, un restaurante o una tienda de la zona guiri es una rareza. Curiosamente disfrutan de titulados universitarios por encima de lo recomendado por la UE. ¿Y la pobreza? En Tenerife, cincuenta mil personas viven con menos de 400 Euros al mes. Las anécdotas locales recuerdan a mi pueblo. En un barrio llamado ‘La Laguna’ el alcalde reemplazo un parque infantil por un estanque para patos. Humanización a lo canario. Los vecinos están furiosos. Una anciana de 71 años falleció en urgencias por haber sido abandonada durante 3 días. Se había caído y roto la cadera.
El caso ha causado un escándalo público. Sabemos que desde Madrid quieren comenzar un proyecto de prospecto para descubrir fuentes de petróleo mientras que el gobierno canario lo ha rechazado. ¡Ah! Pero ha acordado hacer una consulta tipo catalana para frenar dicho proyecto el 23 de noviembre. Por último, el Presidente de las islas pide más autonomía y que el estado se limite al control de las fuerzas armadas. La delegada del gobierno le informa que la propuesta es desacertada. ‘Solo le falta pedir la independencia,’ ha manifestado. En fin, en todo el mundo cuecen habas y leyendo la prensa local me recuerda a la Muy Leal.
