Opinión

Fomentación del odio

En 1947 el escritor norteamericano James Michener ganó el Premio Pulitzer por su novela ‘Cuentos del Pacifico Sur’ sobre los acontecimientos de la II Guerra mundial contra los japoneses en la zona de Polinesia. Luego llegó la versión musical de Rogers y Hamerstein a los teatros de Broadway y finalmente en 1958 a la pantalla del cine. Es el relato de dos parejas que se enamoran, uno es de un francés y una enfermera norteamericana y la otra un teniente joven de la Marina de USA y una adolescente polinesia. La diferencia no es solo de nacionalidad -el teniente tiene una novia americana en Filadelfia y el francés es viudo con dos hijos de mujer polinesia-  pero de razas que entorpece, al principio la relación entre ambas parejas. 
El tema sale a relucir en una escena entre ambos hombres que comparan sus situaciones y el teniente le dice en una canción sutil, muy corta, con las siguientes frases: ‘El odio no nace con uno/se lo inducen/luego/cuando tiene 5 o 6 o 7 años.’ Sigue la lírica del teniente con más retórica enfatizando sobre el continuo adoctrinamiento inculcando el miedo y el odio incluyendo hasta la forma de los ojos o el color de la piel.  Este pequeño episodio, que duró menos de 3 minutos causó polémicas y críticas muy duras de la obra. Llámese xenofobia o racismo pero dejó patente lo que ahora amenaza el mundo civilizado, democrático y avanzado del Occidente. 
Detrás de esta increíble campaña al que ahora  nos enfrentamos salta al ruedo un nuevo nombre en la política: ¡Populismo! ¿Está relacionado? Juzguen los siguientes casos comenzando con el Brexit del Reino Unido. Hace unos años el eurodiputado ultra derechista Nigel Farage, comenzó su ataque personal en el parlamento europeo contra la Comisión Europea. De regreso al Reino Unido siguió con la campaña hasta conseguir el famoso referéndum del Brexit. El resultado que todos sabemos fue gracias al continuo mensaje de que Europa era malvada y que si los ingleses pudieran mandar a la porra a los del otro lado del canal estarían mejor. El resultado de hoy en Inglaterra es un odio hacia los residentes no británicos e insultos a los escoceses. ‘¡Fuera españoles; fuera polacos!’ Pasemos a USA y la campaña presidencial de Donald Trump. ‘¡Expulsaré a todos los indocumentados y los indeseables! Cerraré la frontera a los mejicanos.’ Llegó a ser presidente y ya se metió con los árabes. ‘¡Fuera los musulmanes!’ Volvamos a Europa. Comenzaba la cuenta atrás de Holanda pero primero hubo lío con Turquía por lo de los refugiados. Intercambio de insultos de odio por ambos lados. ‘Te devuelvo las vacas,’ le dice el Presidente turco Ederogan. Menos mal que las elecciones del miércoles no dejaron subir al trono al populista de extrema derecha Wilders. 
Ahora toca el turno a Francia con Le Penn pero una vez más volvamos al tema principal; la fomentación del odio. Que mejor ejemplo que ver lo que está pasando en España. Quema de banderas españolas, insultos continuos a la iglesia católica, autobuses que trataron inocentemente de confirmar que un niño nace con pene y una niña con vulva. ¡Y la que se armó!’ ¿De dónde viene toda esta campaña increíble? Muy simple estimados leyentes. Comienza con los políticos con ‘verdades a medias’ o puras mentiras, le siguen la corriente los medios de comunicación y desgraciadamente la era moderna de las redes sociales. Estas últimas son las que distorsionan todo y el pueblo cree lo que quiere creer, sea falso o verdad. ¿Cómo acabará toda esta tragedia? Eso es la incógnita.

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