Opinión

Flotas, visitas y Reyes Magos

Acabado el conflicto de la II Guerra Mundial y el comienzo, después de siglos, de una verdadera paz en la Europa destrozada, las fuerzas armadas europeas se unieron bajo el manto de una nueva organización trasatlántica formada por la firma de un tratado de alianza militar en 1949 conocida como la Organización del Tratado Atlántico con los signos de OTAN. Los primeros miembros fueron los de Francia, Reino Unido, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo. Poco a poco se integraron los Estados Unidos y más países del viejo continente hasta que el día de hoy existe un estrecho lazo de cooperación en la Unión Europea para la protección de cualquier amenaza bélica del exterior a los pueblos del viejo continente.
 A partir de los años 50 del siglo pasado y sin entrar en el comienzo de la ‘Guerra Fría’ y los conflictos posteriores en otras partes del mundo, las flotas de la Europa Occidental formaron grupos individuales para el continuo adiestramiento a base de ejercicios marítimos tanto en el Atlántico como el Mediterráneo. Es durante estos viajes hacia o durante el retorno de las prácticas que algún que otro buque hacía escala de reposo en uno que otro puerto de Galicia. El protocolo de cada uno de cada país era similar. Entre consignatario y el representante consular la ciudad - por ejemplo, Vigo - se preocupaban de abrir las puertas a los marinos y los comandantes. 
Mientras los altos cargos tanto del ayuntamiento como de la Marina Española recibían al capitán y los oficiales para el intercambio de metopa seguido de un almuerzo abordo, se organizaban otros eventos como algún partido de futbol u otro deporte, o en el caso de la flota británica una visita al cementerio de Villagarcía donde yacen los restos de varios marinos británicos. Éste se construyó porque durante el periodo de paz entre las dos guerras, la flota atlántica del Reino Unido, a veces con docenas de buques, hacía escala de reposo en el puerto pontevedrés. Durante los años en que fui cónsul británico tuvo más de una ocasión en recibir varias veces a los buques de guerra tanto en Vigo como Coruña, Villagarcía y Ferrol. En esa época, en la plantilla de la embajada británica había agregados militares de las tres fuerzas armadas, ejercito, aéreo y naval y con la cooperación de este último pudimos coordinador un gran número de visitas a Galicia. 
Recuerdo el acontecimiento del trigésimo aniversario de la Batalle de Rande y gracias a la cooperación de la marina de España y Francia se celebró un acto de recuerdo depositando coronas de flores por debajo del puente de Rande. ¡Llovía a cántaros! En otra ocasión hubo una visita del portaviones HMS Albión a Ferrol junto con un gran despliegue de empresas británicas de productos armamentísticos. A uno de los actos asistió el entonces Presidente de la Xunta, Don Manuel Fraga. Este no fue el único buque de este tipo en visitar Galicia. En 2005 atracó en Vigo el HMS ‘Ocean’ pero esta vez con un destacamento de marines recién llegados de la guerra de Irak. Una vez sueltos en la ciudad vaciaron los bares de cerveza por un lado y por otra armaron una trifulca peor que los de los hooligans de Benidorm. Pero ahora los Reyes Magos se lo llevan para Brasil. La ‘Royal Navy’ acaba de vendérselo. Al pasar los años y debido a cambios en los objetivos del ‘Foreign Office’ - Ministerio de Exteriores - llegaron los ajustes presupuestarios y al día de hoy el sistema consular británico no es lo mismo. 'Ya no vienen más los marinos ingleses'.

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