Opinión

La evolución del sexo

El Homo Sapiens es una especie de fauna al igual que cualquier otro mamífero. Su sistema de reproducción, en la mayoría de los casos es por el acto de ‘coito’. Lo que diferencia el HS del resto de los animales es su grado de inteligencia y este factor es el que ha permitido a lo largo de los siglos descubrir que además de procrear es un acto de placer. De ahí comienza el largo camino hasta donde hemos llegado en el día de hoy. Se sabe poco desde la época de Adán y Eva hasta que se publica (alrededor del siglo IV) un texto Hindú más conocido como la Kama Sutra. Aunque las escrituras están orientadas hacia al amor entre parejas estas están acompañadas con cientos de dibujos de distintas posiciones de coito que han sido proclamadas hasta el día de hoy como un patrimonio cultural del acto sexual. Durante los próximos siglos se han escrito millones de libros de literatura de todo tipo pero lo fundamental no cambiaba y estaba basado en la formación de familia con el propósito de continuar la especie humana. En la mayoría de las religiones había códigos estrictos para proteger esta formación condenando la infidelidad, el adulterio, el aborto y siempre apoyando al ‘machismo’ como defensor del hogar. Lógicamente en la práctica había millones de historias de hombres, y algunas mujeres, para dar ejemplos en la realeza, la aristocracia, los militares que a la brava ignoraban u ocultaban sus fechorías con la mujer en casa con la pata quebrada. Gran parte de todo esto cambió al llegar la revolución industrial a mediados del siglo XIX. El progreso abrió las puertas a la edad moderna con más comunicación entre pueblos y poco a poco la emancipación de la mujer. En el siglo XX y gracias al sufragio femenino entramos en el camino de la verdadera evolución del sexo. Pero aún había un escollo; el problema del embarazo no deseado. El aborto era tabú y el uso de preservativos era de lo más primitivo. No obstante, la meta de toda mujer era seguir siendo madre con y la formación de familia. Las dos Guerras Mundiales echaron baldes de agua fría debido a la inevitable desgracia de muertes por un lado y la separación forzosa de hombre y mujer por el otro. Pero un buen día apareció un estudio sobre el sexo que revolucionó el mundo. Era el famoso ‘Informe Kinsey’. En 1948 el sociólogo Alfred Kinsey de Estados Unidos entrevisto a más de 6000 mujeres sobre sus actividades sexuales. ¡Bueno, lo que descubrió fue fascinante, especialmente lo hasta ahora oculto sobre homosexualidad! Mientras tanto, la imposición de la iglesia continuaba con su doctrina de los 10 mandamientos prohibiendo el coito fuera del matrimonio. En el mundo occidental, principalmente USA y Europa comenzaba la relajación por dos razones. La clase media crecía. Gracias al nuevo poder adquisitivo, las relaciones comenzaban a tambalear con el aumento de infidelidad, separaciones y divorcios. Se abrió la veda económica de la libertad sexual. Pero no todos los países eran iguales. El código ético en el mundo anglosajón seguía su ruta mientras que países latinos ya bajaban la guardia. ¡Ah, pero Spain is different! La dictadura, especialmente el de la iglesia, adoctrinaba a las solteras inculcando ignorancia de lo que era el coito como el pecado mortal más feroz hasta que en Irún apareció la película ‘El último tango en Paris’. Atascos en la frontera. La segunda razón fue la píldora anticonceptiva en los años 60 que liberó totalmente a la mujer. Hoy la libertad sexual es total. El tiempo dirá si esta situación es buena o mala.

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