Opinión

Escritores, periodistas y excéntricos (I)

El nuevo ministro de relaciones exteriores del Reino Unido, Boris Johnson, además de ser uno de los arquitectos del Brexit es un personaje bufón, extrovertido con declaraciones a veces xenófobas. Esto último lo ha demostrado en varios artículos escritos en la prensa británica. Ya lo veo en una entrevista con su homólogo español, Garcia-Maragallo sobre el tema de Gibraltar. ‘¡Vaya usted a hacer puñetas!’ le diría probablemente. Por eso he decidido tocar un tema relacionado con este individuo, escritor y periodista excéntrico que es el mundo de la palabra y la imagen. Aunque mi profesión original era el de telecomunicaciones pronto me di cuenta de un interés oculto que era la escritura. 
Mis informes técnicos a lo largo de mi carrera leían más como una novela en vez de un abstracto de datos cuantitativos incluyendo quejas de mis superiores por elaborar demasiada verbosidad en vez de mantenerme estrictamente a los cálculos y resultados. Sin embargo, en dos ocasiones y por mi cuenta escribí una tesis sobre la importancia humanitaria de incluir, junto con el agua y la sanidad el acceso a un teléfono al tercer mundo que no estuviera a más de una hora de cualquier asentamiento humano en el planeta usando tecnología de transmisión por satélite y alimentado con paneles solares. Mande una copia a la ONU, la ITU y al Banco Mundial que me contestaron con un acuse de recibo dando las gracias. ¡Era el año 1978 y aún no se había desarrollado la telefonía móvil! Pero no fue hasta jubilarme que decidí volver a la universidad a completar lo que era un Post Graduado en escritura (Professional Writing) en la Universidad de Falmouth, Cornualles, Reino Unido. 
El currículo consistía en un popurrí variado de todo lo que tenía que ver con la pluma y la letra. Desde cuentos de niños a un primer capítulo de novela, desde un informe semanal para un periódico a una historieta corta sin olvidarnos de los guiones de obras de teatro, televisión y cine. Para aprobar las asignaturas tuve que completar una tesis - elección personal – que era un guion de cine, duración de dos horas. Otro requisito era conseguir que un periódico me publicara – pagado – un artículo. Concentre mi tema de guion en un artículo que publique hace años sobre la invasión de las Islas Malvinas con el título de, ‘Coronel Jones, ejercito argentino’. Tardé cinco meses en completar la obra. Al ser aceptado por la universidad lo siguiente era ‘venderlo’. 
Durante semanas mande copias a varias editoriales en Inglaterra que trataban obras de esta índole. Sin éxito, salvo una que amablemente me contesto sugiriendo que usara el mismo tema pero convertido en novela. A partir de entonces comencé a investigar a fondo que es lo que ocurrió en la época nefasta en la Argentina durante el mandato militar de los generales Viola, Videla y Galtieri. ¡Abrí los ojos! Después de cinco años de investigación y otro de escribir pude acabar, más que una novela, un documento de la historia de la Argentina desde la época de Evita y Juan Domingo Perón en 1945 hasta la invasión de las Malvinas en el año 1982. Lo titulé ‘El archivo Goa’ (en inglés). Ya va por la cuarta edición y ha ganado un 2º Premio literario en el Reino Unido, galardón que tuve que recoger en Manchester en el año 2014. Desde entonces he escrito dos antologías, un diario, otra novela y mis anécdotas como cónsul honorario del Brexit. Recordemos; Boris Johnson es ahora el jefe de la diplomacia británica. El último que cierre la puerta. Próximo sábado: Periodismo.

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