Opinión

El efecto dominó

Aumentar a no aumentar, esa es la cuestión!’ He usado la famosa frase, ‘Ser o no Ser’ de la obra de Shakespeare ‘Hamlet’ para tratar de interpretar lo más importante de las declaraciones de todos los partidos políticos cuando hablan del famoso ‘cambio’ cuando en realidad a lo que se refieren, aparte de echar al PP del gobierno es en cómo administrar la ‘pasta marinera’ de y para toda la ciudadanía del país. Hay que leer la letra pequeña del factor clave que está dentro de la manipulación de los impuestos, todos, que afectan a ricos, pobres, clase media alta o baja y estarán en manos de los que cojan las riendas del gobierno. En estos momentos, aparte de todo el humo de la propaganda electoral hay unos que quieren aumentarlos, otros quieren reducirlos y otros que ofrecen ‘cambios específicos’ como si fuesen las golosinas de los Reyes Magos. Pero primero echemos un vistazo a dos estudios que aunque dan la impresión de que no tienen nada que ver entre sí, si pueden influir cuando volvamos al tema de ingresos y gastos de un hogar familiar, sea cual sea el conjunto de seres que lo componen. El primero es el de la demografía y la segunda es un estudio sobre la distribución de los impuestos. Según uno presentado por la CEOE, España es el segundo país del mundo, por detrás de Japón que tiene el índice más elevado de personas mayores de 65 años, nada menos que uno por cada cien habitantes. El segundo dato es un estudio reciente por parte de dos catedráticos de la Universidad de Zaragoza, que manifiestan que ‘los hogares más pobres soportan casi la misma carga fiscal que los más ricos.’ Pues, dilecto/a leyente, con estos datos me pregunto, ¿Qué fórmula mágica usan los políticos para vendernos el chocolate del loro de los impuestos? Aún más. ¿De qué impuestos están hablando? Por eso he presentado mi propio análisis basado en una pareja normal de la clase media alta, con hijos ya mayores, viven solos y perciben unos ingresos de 300000 Euro anuales. Él podría estar ya jubilado o ser el director de una empresa, un dueño de algún negocio, ella una abogada o podrían ser políticos de la vieja ola. Empecemos por partes. Su IRPF estará compuesto por varias deducciones incluido por pareja. La base imponible quedaría en 45%. Con lo neto pueden darse el lujo de pertenecer a un club náutico o de golf, viajar al extranjero de vacaciones o quizás en un crucero por el Báltico o comprar en una tienda de ropa ‘pija’. El actual gobierno en funciones quiere reducir los impuestos y los del otro extremo quieren que paguen como Rockefeller. Unos quieren quitar las deducciones del IRPF. Otros incrementar el porcentaje para pagar las pensiones. Y luego está el IVA, especialmente el de lujo. Mi ejemplo de pareja rica saca la calculadora para ver como reducen sus gastos. ¡Ahí va! Cortar por todos lados. Piensen. ¿Cuántos negocios o puestos de trabajo hay, gracias a estos gastos extra que podrían ir al garete? Cierre de tiendas de ropa, cierre de clubes,  reducción de agencias de viajes, concesionarios de coches de alta gama y no olvidemos las cadenas de restaurantes. Volviendo a la realidad, uno puede seguir jugando con cifras pero el quid pro quo es que manipular políticamente el sistema contributario falsamente llamado ‘cambio’ influiría directamente en el consumo y los puestos de trabajo. Si la economía se estanca por imposición irresponsable de impuestos, a la larga se cargaría al estado de bienestar; o sea, el efecto domino. ¡Que nadie lo dude!

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