Opinión

Backstop

Suena como el nombre de una película de cine negro, especialmente de los años cincuenta. O podría ser una novela de espionaje de John le Carre, e incluso del famoso Ian Fleming miembro del servicio secreto MI6 del Reino Unido y creador del súper agente secreto James Bond, alias 007. Según el diccionario, la palabra, como nombre significa una especie de muralla o pantalla que detiene a un balón o una pelota para que no pase de los límites normales de la zona de juego. Como uno de las definiciones se refiere a un jugador de una posición determinada en el baseball, se supone que su origen es de USA y no del ‘Diccionario Oxford’ del Reino Unido. 
Pues bien, resulta que el gobierno británico en algún momento durante las negociaciones de los últimos dos años con la Unión Europea por lo del Brexit ha sacado de la chistera esta palabra en el supuesto acuerdo que se firmó últimamente para definir la solución especifica de la frontera con Irlanda cuando se marchen definitivamente de Europa. Y aquí les doy la traducción de la definición de acuerdo al gobierno británico. El ‘backstop’ es una medida en el acuerdo de la salida diseñado para asegurar que el Reino Unido, después de la retirada continúe en efecto dentro del Unión Aduanera, pero asegurando que Irlanda del Norte este de acorde en ‘algunas’ normas del mercado único. Creo que la expresión en el lunfardo porteño es ‘quieren la chancha y los veinte’. O, ‘están como cabras’. Además, como verán, el significado de la palabra no tiene nada que ver con el uso que le ha dado el gobierno británico. O sea, en otras palabras, no tienen ni la más puñetera idea de cómo resolver el problema más espinoso del Brexit. Creo que hace unas semanas había comparado el problema con un posible escenario, ficticio desde luego si Portugal decidiera salir de la Unión al igual que Inglaterra y el problema que causaría para España, especialmente a los pueblos que viven justo al lado de la frontera. 
Aquí en Vigo podemos apreciar de primera mano esa posible catástrofe del que están sufriendo en estos momentos los irlandeses de ambos lados de su propia frontera. No solo la gran amistad que se ha cultivado desde el tratado de Maastricht, pero el añadido valor de pertenecer en la zona Schenguen con total libertad de movimiento y una moneda única. Piensen no solo en la frontera de Tui con Valença que además incluye la conexión de las autopistas de norte a sur, pero permite a otros ciudanos de otros países ‘entrar’ en la Unión Europea con un solo visado para los miembros de este acuerdo. Un clásico ejemplo son los peregrinos que nos visitan desde el camino sur que son otra fuente normal de turismo gallego incluso definido como Patrimonio del Humanidad de la Unesco. Lo de Salvatierra y Monçao, aunque está dentro del mismo acuerdo tiene un efecto diferente ya que los dos pueblos están casi unidos que hasta se podría ir caminando de uno lado al otro. Como escoces -pasaporte británico- y europeísta me da pena que el Reino Unido, una de las grandes potencias internacionales y un país disciplinado, no se hubiera tragado su orgullo, descartado la libra por el euro y entrado con el resto, porque hoy por hoy sería un poderío más fortaleciendo esta unión que nació gracias a los acuerdos de ‘nunca mais’ a las guerras mundiales del siglo pasado. Pero la realidad es distinta. Hoy estamos observando la decadencia política británica por culpa del populismo de unos pocos que aún creen en ‘Rule Britannia’ del siglo XIX.

Te puede interesar