Antes de convertirse en el verdugo más sangriento del régimen nazi, Joseph Goebbels, a cargo del Ministerio de Propaganda creado en 1933 por el gobierno de Hitler se apodero de los medios de comunicación y comenzó una campaña de difamación con antisemitismo y otros movimientos de ‘lavado de cerebro’ que acabó en una de las guerras mundiales más horrendas de la humanidad. Su proyecto fue un ejemplo del populismo puro y duro que desgraciadamente comienza a penetrar las democracias, especialmente occidentales del siglo XXI en épocas de elecciones y de referéndums. El sistema está basado entre otros temas como los insultos, las mentiras, las medias verdades y lo que es peor el ‘retorcimiento’ de la verdad. En la era moderna y aparte de la televisión y periódicos ha surgido como una plaga lo que ahora se conoce como las redes sociales. Estas han penetrado la sociedad con una ferocidad de tal forma que ya no se puede distinguir entre lo que es ficción o realidad. Es el nuevo monstruo de medio de este siglo.
Pero el populismo ‘moderado’ y de antaño ha existido siempre. En donde más se ha notado es en la religión y lo que es más, sin distinción de credo o ideología. ¿Cuántas guerras y trillones de seres humanos han sido víctimas de la religión? Pero el objetivo de esta nota es el enfoque político de nuestro entorno democrático de hoy que ha saltado al ruedo con el furor de las olas de Tsunami y desgraciadamente esta para quedarse. Pero antes, comenzaré con una película poco conocida que se tituló ‘El Candidato’ con Robert Redford rodada en 1972. Se trata de una campaña electoral en California para el candidato al Senado de los Estados Unidos.
La película nos muestra como dicha campaña no es más que un catálogo de golpes de efecto y eslóganes vacíos de contenido, y como este sistema corrompe desde dentro las iniciales buenas intenciones de un novato en política. Redford interpreta el papel de Bill McKay, un abogado que se dedica a luchar por los pobres y desamparados que es seducido por el partido Demócrata a sabiendas que no tiene posibilidad de ganar contra el experto y manipulador contrario Senador Crocker Jarmon. Como dice una canción, el ‘sigue la corriente’, perdonen la redundancia como un actor de cine que le guía su equipo de partido. Sin entrar en detalles, ocurre lo inesperado y las gana. ¡El final es, otra vez perdonen la redundancia, de película! Todos satisfechos menos Redford que pregunta, ‘¿Y ahora qué?’ Fue rodada hace ya casi 45 años, sin embargo el mensaje puede relacionarse directamente con los dos huracanes políticos de este año, el Brexit y las elecciones de USA. Lo primero que ocurrió en el Reino Unido fue que los de divorciarse de la Unión Europea capitaneado por el ultra derechista Nigel Farage, y el cantamañanas, Boris Johnston, ex alcalde de Londres al obtener el resultado inesperado era eso, preguntarse.
‘¿Y ahora qué?’ Le han pasado el muerto a la pobre Sra. May que está como una laucha en un galpón recorriendo medio mundo sin plan alguno. ¿Y USA? Una vez más, ha ganado Donald Trump, un candidato que no pintaba nada en la política hasta la campaña electoral que ha ganado las elecciones y discretamente, sin que le oiga nadie estará preguntando lo mismo. ‘¿Y ahora qué?’ Aquí no termina el asunto. El medio Bloomberg ha publicado un artículo el pasado jueves presentando las futuras elecciones en Europa pero esta vez pregunta. ‘¿Más populismo en las campañas?’
