Opinión

El avance del independentismo

No estimado/a lector/a. No me refiero a los movimientos separatistas tanto en España como en otras partes del mundo. Me refiero a la proliferación desde hace más de 10 años de escritores y editoriales independientes que han invadido el mundo de la literatura y que venden sus productos directamente ‘on-line’ sin necesidad de ser aceptados por la vía tradicional de toda la vida. Además, gracias a las ediciones eBook vía el lector electrónico ‘Kindle’ que almacena miles de novelas de toda índole, un lector puede estar de vacaciones o de viajes de negocios con una biblioteca completa en la palma de su mano. Similar a lo que está ocurriendo con tantas otras industrias a base de ofertas en Internet, los libros han comenzado su propio ‘bypass’ de las librerías tradicionales y con solo ser cliente de ‘Amazon’ o Goodreads’, para dar ejemplos, encontrará un plétora de novelas de todo tipo, color e idioma a precio de ganga. 
Por otro lado, ha permitido que un escritor novato ya no tiene que luchar para conseguir que una editorial acepte su manuscrito como ocurrió con la famosa J K Rawlings con sus novelas de Harry Potter que tardó 5 años en vender su idea. Basta con contratar a un editor independiente, hay miles y de todo tipo en todo el mundo, que no solo le acepta el manuscrito sino que por un precio le corrige el texto, lo edita y le proporciona todo tipo de sistemas de marketing, nuevamente ‘on-line’ y en varias partes del mundo. El escritor, por su parte tiene la opción personal de diseñar su propia página Web para auto-promocionar sus novelas. 
Otra posibilidad que ha surgido es la cantidad de competiciones literarias que ofrecen solamente a los independientes desde premios substanciales en metálico hasta un simple reconocimiento internacional como escritor. No tienen la categoría de un Premio Nobel ni un Pulitzer pero poco a poco los más prestigiosos comienzan a imponerse en este nuevo avance del mundo literario. ¿Pero vale la pena ser escritor? Según los expertos la gran mayoría lo hacen como hobby o sea, otra afición más. Para poder vivir de la escritura se puede asemejar a la de un músico o actor. Solo un pequeño porcentaje sale del anonimato y puede sostenerse económicamente. ¿Volviendo a lo primero qué ocurre con las librerías que dependen de los distribuidores de las editoriales de toda la vida? Hasta cierto punto se encuentran entre la espada y la pared. Poco a poco están acabando con estos convencionales gracias a la proliferación de la competencia antes descrita pero además, hay que agregar el actual descenso de lectores en general, especialmente entre las nuevas generaciones con un gran porcentaje que ya no lee libros. Según un estudio de hace 2 años dos librerías cerraban cada día en España. 
Los responsables del estudio comentaban del desprestigio que vive el libro en la sociedad española por la pérdida de valor como elemento central de la cultura. Culpan el bajón a una serie de factores desde la falta de políticas adecuadas para la lectura por parte del gobierno a mejoras de marketing y promoción por parte del sector literario sumado al compromiso de la sociedad que es básicamente la familia y los centros de educación. Uno no tiene más que pasear por la ciudad para observar en las terrazas a los chavales enganchados en su iPhone o Tablet utilizándolo para todo menos la lectura mientras los padres o abuelos toman su aperitivo. ¡O quizás están haciendo lo mismo! Ninguno habla ni lee mientras el perro duerme debajo de la mesa.

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