Desde hace varios años que hago un ejercicio matinal de caminar por una ruta determinada de esta Cidade Fermosa, que no siempre suele entrar en las guiadas y que curiosamente no tiene cuestas. Comienza desde el nudo de Isaac Peral siguiendo por García Barbón pasando a la avenida de López Mora, Puerta del Sol, luego une con la conexión de Elduayen, el Paseo de Alfonso, la larga trayectoria de Pi i Margall hasta la confluencia de la calle López Mora, justo antes de la Comisaria de Vigo.
Todos los nombres antes mencionados son de ilustres personajes que contribuyeron de una manera u otra al desarrollo de esta gran ciudad. García Barbón, gran empresario junto a López Mora, Elduayen, ingeniero y político que llego a ser Ministro, Isaac Peral científico y marino inventor del submarino español. Pi y Margall, republicano, Presidente del Poder Ejecutivo de la I República y finalmente López Mora, indiano (emigrante de Cuba) y político liberal. Curiosamente todos coincidieron en la misma época de finales del siglo XIX. A veces me pregunto cuanto saben los jóvenes de esta ciudad quienes eran estos famosos ‘vigueses distinguidos’ y porque se les sigue honrando con los nombres de las avenidas de una arteria de circunvalación tan importante de Vigo. Menos mal que las autoridades en su día homenajearon a varios con preciosas esculturas o placas - el caso de López Mora - que hemos podido ver desde sus instalaciones en el siglo pasado. Pero llegaron los sabios de turno del siglo XXI, decidieron jugar al ajedrez y comenzó el cambio de los mismos.
Primero fue el de Elduayen que lucía monumentalmente, perdonen la redundancia en el centro de lo que era antes el paseo marítimo delante del Club Náutico. Al ‘Abrir Vigo al Mar’ pasó al incognito en el pequeño jardín de Monterorios. Luego el de García Barbón, al acabar la rotonda de Isaac Peral. Por lo menos llegó a ocupar un puesto visible en la calle que da su nombre.
El río volvió a su cauce, como dice el refrán y la ciudanía se acostumbró al estatus quo de los ilustres. Pero en 2004 cambió el gobierno de España, entraron los socialistas, cuatro años más tarde, 2008 se aprobó el plan E y en la Muy Leal comenzaron las famosas humanizaciones de la ciudad.
Poco a poco el panorama de aceras fue cambiando, igual que la transformación de cientos de parques infantiles, jardines y todo tipo de modernización publica en la urbe. Aunque estas siguen su curso, gracias a las aportaciones de la Unión Europea en 2016, el concello presentó el plan Vigo Vertical para eliminar gran número de barreras arquitectónicas debido al enorme número de cuestas de la orografía de la ciudad. Estas consisten en varias obras de construcción de ascensores y eventualmente escaleras mecánicas incluida el gran proyecto de pasarela mecánica en la Gran Vía desde la calle María Berdiales hasta la calle Venezuela. Pero, hay un ‘pero’. Una escultura conocida como ‘los rederos’ entorpece, según el ilustre regidor el proyecto. ¡Ah amigo! Con un sector de los empadronados hemos topado.
Hay una asociación ‘Salvemos la Gran Via’ que se opone. No solo eso. Seria vuelta al ajedrez ya que el plan es trasladar la obra a la rotonda de Isaac Peral y nuevamente mover la escultura de García Barbón, por ahora, no se sabe adónde. ¿’La Paellera’? Ya que estamos con el juego de ajedrez cultural, podrían trasladar lo conocido como la calesita psicodélica en una rotonda de Rosalía de Castro a una de la plétora de parques de diversiones ya que sigue siendo un peligro para la seguridad vial.
