Opinión

Aero Club y la Comunidad de Montes

La primera vez que me hice socio del Aero Club fue en 1965. Presumo de haber cumplido mis bodas de oro con el emblemático club que comenzó como una especie de mini-club de campo abarcando la mayoría de los deportes de este tipo de establecimiento de ocio. Don Enrique Lorenzo Docampo (QEPD) fue su fundador. Recuerdo que al principio contaba con un campo de golf de 3 hoyos, una pista de tenis y un ‘tiro al pichón’ además de la parte aeronáutica, si no recuerdo mal con dos avionetas ‘Piper’. Para jugar un torneo de 18 hoyos en un fin de semana había que completar el recorrido en dos días, tres vueltas el primero y lo mismo el segundo. Si al mismo tiempo se celebraba un concurso de tiro, solo faltaban unos semáforos para poder ‘cruzar’ la línea de fuego de los ‘cazadores’ mientras los golfistas jugaban sus golpes del ‘tee’ al ‘green’. 
Al pasar los años, el golf comenzó a ser el deporte principal, el del ‘tiro’ desapareció y lo único que ya queda de recuerdo es un enorme palomar como símbolo histórico de la época inicial. Se construyeron nuevos vestuarios, se trasladó el campo de práctica a otra zona, se compró maquinaria agrícola especializada y en los últimos años el campo de golf es uno de los mejores mantenidos de Galicia aunque aún sufre de ser de solo 9 hoyos. 
En la actualidad Galicia cuenta con nuevos campos en todas las provincias, algunas de 1ª categoría pero el de Vigo seguirá siendo el pionero como el primer intento a introducir este deporte que aún sufre de ser considerado de ‘pijos’, un mito injusto en este siglo XXI. Pero desgraciadamente ha llegado la época de las rebajas. España y Europa han entrado en una crisis económica que afecta a todo el mundo y en especial a algunos deportes que muchos ciudadanos consideran de élite como es la vela, la hípica, el tenis y naturalmente el golf. Aquí en Vigo hemos visto la cuasi desaparición del Mercantil, establecimiento emblemático y centenario, al Club Náutico, que lucha por su sobrevivencia, el Club de Campo de Canido, otro ejemplo de ‘le belle epoque’ de Vigo y el mismísimo Aero Club que aún puede mantenerse, milagrosamente, a flote. Pero ahora ha llegado una nueva amenaza a esta entidad. La Comunidad de Montes de Cabral, que - parece ser son y eran los ‘dueños’ del terreno en el que está el club - acaba de celebrar su asamblea general con la elección de una nueva junta directiva. 
Dentro de los planes de la orden del día figura el aumento de la cuota que paga el Aero Club como una especie de ‘arrendamiento’ ya que consideran que la ‘renta’ es demasiado baja. En la actual situación económica no está el horno para bollos y menos en aumentar cualquier ingreso sea una hipoteca, un menú de hostelería o sueldos para dar ejemplos. El IPC esta en negativo desde hace más de un año. Por otro lado hay que resaltar que la Comunidad de Montes no es una sociedad en quiebra como demostraron en una gran marisqueada que ofrecieron al ex Ministro de Fomento en Noviembre de 2011. Volviendo a la primero, si el Aero Club no cumple y tiene que devolver los terrenos, estos solo servirán para cultivar patatas. 
Por otro lado, es importante que los máximos responsables de la Muy Leal, o sea el Concello se dé cuenta, dado el caso, que perderá el único campo de golf que tiene Vigo y reducirá aún más el potencial de turismo de calidad que pretende esta ‘Cidade Fermosa’. 

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