Opinión

El otro camino Vigo-Oporto

Con un poco de dedicación y convicción, y eso pasa en primer lugar por  señalizar la ruta para que no se pierdan los peregrinos, el Camino por la Costa desde Oporto a Vigo que conduce a Santiago podría convertirse en un atractivo único, una especie de larga gran vía entre las dos ciudades y desde luego todo un éxito turístico. Ya lo es cuando apenas ha dado sus primeros pasos, con más de 10.000 usuarios, un 60% más que hace un año. Recordemos: se trata de la única ruta jacobea que discurre paralela al mar y que atraviesa dos grandes urbes, las mayores de la Región norte lusa y galicia, ambas con puerto, aeropuerto y estaciones de ferrocarril, y un crecimiento exponencial de las relaciones entre ambos lados del Miño que no ha hecho sino empezar pero ya se nota en el cambio de flujos, ahora cada vez más del Norte al Sur. Ocurre en el ámbito del comercio, con miles de vigueses de compras en Oporto; pasa en el turismo, con el aeropuerto Sá Carneiro, con 12 millones de pasajeros, y en la economía, con la competencia creciente del puerto de Leixoes, tanto en tráfico de contenedores como en pasaje. Es así, pero las cosas pueden cambiar, comenzando por la dependencia de la automoción de la Región Norte con el polo vigués. Quizá en el futuro también en el ámbito comercial si llega Porto Cabral, e incluso en el portuario, con Guixar recuperando terreno. Todo ello es posible que ocurra, pero hay certezas más visibles de que no se trata de un hecho ni fortuito ni estacional: la empresa Arriva pondrá más frecuencias de tren entre Vigo y Oporto,porque cree que la línea seguirá creciendo. Continuará...

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