Opinión

Tenemos a mucha honra admirar a un gran poeta y más

Vamos a ponernos en fila ustedes lectores –espero que sean plural- y servidor, para recibir la información de las fuentes que reclamemos, sean  diccionarios o no. Desmenuzamos la frase  “tener a mucha honra”. Según el casi inevitable thefreedictionary, la primera acepción de tener es “Ser propietario de una cosa (…)” y la décima, que es número redondo, salta a la vista: “(…) Experimentar una determinada cosa o sensación (…).  Los veteranos escuchamos muchas veces aquello de: “Es mejor ser que tener”. Esto lo dicen generalmente los que tienen  casi  todo.”Mucha” del titular no necesita explicación  porque es tener  bastante, en términos caseros. Pero nos sirve en bandeja de plata, qué menos,  la “Real Academia Española”,  a través de su “Diccionario de la Lengua Española. Edición del  Tricentenario”, o sea cuando la rae cumplió años.  Con puntería  envidiable, “Acción Cultural Española”, de la”Biblioteca Nacional de España”, con fecha 13.2.2013,  empezaba así un escrito: “Este miércoles, 13 de de febrero, se cumplen 300 años desde la creación de la Real  Academia Española de la Lengua (…)”. Menos mal que no era martes, con tanto 13, pasaron de refilón el larguero y por ser miércoles se libraron de vaya a saber qué. Aprovechando el instante, y la acogida de abc.es/cultura, Carmen Iglesias –nacimos el mismo año-, académica de la Lengua y de la Historia salta al ruedo de la defensa del idioma de Miguel de Cervantes y Miguel Delibes, los “migueletes” que en lugar de perseguir a los bandoleros por las sierras catalanas o aragonesas, entre otras, llevan sendos elegantes sacos repletos de frases construídas como se debe y con un lujo de vocabulario que le conviene al personal de este país. Que la  cultura es mucho mas que saber informática,  inglés y canciones de los Beatles, aunque todo ayuda. Carmen Iglesias nos dice: “Eso de que cualquier (añadido  “tiempo” queda mejor, con perdón) pasado fue mejor vale solo para los muertos”. Esto no es una esquela,  es un pronunciamiento inteligente a todas luces.
 Volvemos del paseo y seguimos con el desmenuza desmenuzarás. Otra vez del-rae.es se enfrenta a la “honra”, estas son sus dos primeras acepciones: “1-Estima y respeto de la dignidad propia. 2. Buena opinión y fama adquiridas por la virtud y el mérito (…)”. La aconsejable”FundéU BBVA viene con una cita larga:  “Honesto´,que originalmente significaba `modesto´, `virtuoso´, `casto´`razonable´, `justo´, en el siglo XIX a incorporo´a sus acepciones la de `honesto´. Hoy en día, y por presión de traducciones flojas del inglés –idioma en el que `honest´  significa, además de `honesto´, `honrado´y también `sincero´ y `sencillo´-, vemos emplear `honesto´con estos dos últimos significados. Conviene para evitar emplear `honesto´si queremos decir `sencillo´o sincero´”. Para los veteranos del idioma y de la edad en paralelo, la cosa era así: la”honestidad” se entendía que era lo que afectaba de cintura para abajo y la “honradez” se refería a  no meter la mano en la caja de caudales, no en esas otras cajas que ahora son bancos. 
No sé porque alguien se empeña en andar por el mundo engalanado. En el caso de”gala”, el vocablo nos lo descifra la docta rae, que tiene algún académico de la Lengua, yo diría que deslenguado, con la lengua en minúsculo. No es otro que  Arturo Pérez Reverte. La acepción que abre la serie de gala con “(…) vestido sobresaliente y lucido (…) que no es igual que lúcido. Volvemos a “thefreedictionary”, que merece esta explicación:  “(…) Que es capaz de razonar y comprender con claridad y rapidez o que constituye un período en que se está así (…)”. El principio de esta definición me recuerda al animal racional que al volante de un vehículo deja de razonar y se queda en solo animal, por lo menos hasta que se apea y promete no conducir en dos semanas.
“Antonio Gala, escritor con mayúsculas” calificaba el comediógrafo Juan José Alonso Millán en “El Imparcial”, “Opinión” de 25.6.2014.  Nacido en la provincia de Ciudad Real, Gala tiene mas bastones que obras dramáticas ha escrito, y no los usa para agredir a cualquiera.
Wikipedia  informa de que el autor estrenó “Noviembre y un poco de hierba” en el madrileño “Teatro Arlequín”, en 1967 y con la dirección de  Enrique Diosdado  y Amelia de la Torre en el papel de Paula, que es el  que aquí nos importa.  Según la fuente citada: “Diego es un excombatiene republicano de la Guerra Civil española que, tras el conflicto, ha  vivido 27 años aislado  del mundo exterior. Su única conexión son su pareja Paula (…)”. Ahora viene mi lejano recuerdo  y mi extrañeza de que un hombre de su fineza, Gala,  ofendiera a los discapacitados.  Habla Paula creo  que con Diego (Gabriel Llopart), y le dice, no es literal: “Todos los hombres sois iguales, unos libidinosos aunque demuestren lo contrario, y los cojos aunque lo demuestren”.
En la Asociación Cultural UNED Soria -échale frío- están mas interesados en este momento por el cine que por el teatro. En el ciclo 2017-2018, los miércoles, ayer 29 proyectaron “Yo Daniel  Blake”, producción de Reino Unido, Francia y Bélgica, en 2016, dirigida nada menos que por Ken Loach.

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