Opinión

¿Cómo se puede afirmar que la corrupción sólo anida en la derecha?

Resulta sorprendente con los episodios conocidos que, a estas alturas, bajo el aparente disfraz de un análisis científico, todavía se escriba que la izquierda es honrada por principio y ejemplarmente moral, mientras que el mal, la corrupción, la inmundicia política anida por principio en la derecha. Y máxime cuando se polariza ese comportamiento en una persona concreta y se olvida la larga nómina de quienes no sólo demostraron ser tipos corruptos, sino que hasta fueron a la cárcel por ello. Y de este modo, se olvidan de que el primer miembro del Gobierno en la etapa democrática que fue a la cárcel, condenado en firme por graves delitos, fue el socialista Barrionuevo, o que el segundo presidente autonómico que corrió la misma suerte fue el militante del PSOE y ex presidente de Navarra Urralburu,
Cuesta trabajo entender por qué se puede insistir, revistiéndolo como si fuera un estudio solvente en tal superchería, cuando no hay un solo ámbito del Estado, hasta el actual episodio de los EREs en Andalucía, donde militantes o beneficiaros del PSOE no metieran la mano y algo más.  Sobre la corrupción del PSOE yo no hablo por hablar: la conocí e investigué en mi ámbito, y voy a empezar por ahí recordando hechos concretos, que demuestran que en este partido han anidado el mismo tipo de aves de rapiña que en la derecha o el nacionalismo catalán, léase Convergencia Democrática de Cataluña.
En los años del Felipismo, el PSOE disponía de una bolsa de empleo (cosa también detectada en la derecha) para cargos públicos y que ahora, con otro formato, tememos de nuevo activada como se acaba ver en la transferencia de cuadros del PSOE a bien retribuidos y variados empleos públicos. Sería lo habitual en todos los partidos, con la agravante de que alguno de los beneficiados no tiene nivel para el cargo que le ha caído encima. La bolsa funcionaba de este modo: Si un alcalde, pongamos el de Ceuta, un tipo de apellido Fraiz, perdía o abandonaba la alcaldía, se le buscaba un empleo en otro lugar de España. De este modo, gracias a militantes decentes del PSOE de Vigo, yo pude anunciar, ante de resolverse el paripé del concurso, que iba a ser nombrado gerente del Servicio Municipal de Aguas. Y lo fue, pese a que había otros candidatos con mejor currículum y titulación técnica.
En mi vida como periodista hay tres episodios de los que me siento orgullo: aparte de salir airoso de mi procesamiento por denunciar la represión fascista en Galicia contra los defensores de la legalidad republicana, del que fue exponente el caso de la ciudad de Tui, digo que he ganado dos demandas igualmente significativas, tras pasar por los tribunales: una al narcotraficante Marcial Dorado Baúlde, “Marcial de la isla”, el delincuente que apareció en varias fotos de vacaciones con el presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijó. La otra al PSOE, que gobernaba Vigo en los años 80. 
Esta historia es mejor: El PSOE acababa de aprobar la Ley de Incompatibilidades en la función pública y yo descubrí, y califiqué de “corrupción” lo que pasaba en la Universidad Popular. Aparte de no cumplir esta ley, el padre del primer teniente de alcalde, del PSOE, que era profesor de contabilidad, aparecía dando clase en el aula de “gaita” (no sé qué tendría que ver las cuentas con la música); pero lo mejor es que también aparecía dando clase a la misma hora en dos aulas y grupos de alumnos diferentes, y cobrando por ello; es decir que poseía el divino don de la ubicuidad. Lo califiqué de corrupción. El gobierno del PSOE de Vigo me demandó. y el juez me absolvió. No te condenan cuando dices la verdad. O sea, que se le envainaron bien envainada. No sé si los que se beneficiaban de la corrupción que yo denunciaba devolvieron el dinero.
Gracias también a socialistas honestos de Santiago, pude descubrir, tras tres meses de investigación el irregular procedimiento de financiación del PSOE de Galicia a través de una entidad llamada “Operfin” que gestionaba ayudas y subvenciones de la Xunta, en tiempos de Antolín Sánchez Presedo. No era muy escandaloso en volumen, pero no era un procedimiento legal porque se cobraba una comisión complementaria cuyo destino pueden suponer. 
He escrito que la corrupción del PP ha hecho un daño a la política y a la nación que no se superará hasta dentro de generaciones, y lo mismo cabe decir en Cataluña de la etapa pujolista y sus secuelas, aunque en aquella región de esto no se habla. Pero considerar que sólo hay corrupción en la derecha no deja de ser sencillamente una estupidez.
Citemos solamente alguno de los más sonados casos del PSOE: Caso GAL, Caso Filesa, Caso Urralburu, Caso Salanueva, Caso Expo'92, Caso Roldán, Caso Palomino, Caso AVE, Caso de los EREs falsos. Y no cito la interminable serie de alcaldes, concejales y hasta un presidente de Diputación implicados en casos semejantes. Sin olvidar, por su vecindad, el Caso PSV: fraude y apropiación indebida de 18.588 millones de pesetas, para enriquecimiento personal y financiación ilegal de la UGT a través de esta cooperativa de viviendas y de su gestora, IGS.
Es decir,que a estas alturas, apuntar que sólo la derecha está enlodada –que lo está- en el fango de la corrupción no es sólo una infamia. Es, sobre todo, una inexactitud.

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