Opinión

Una mujer desesperada, paradigma del votante de Podemos

En los últimos días viene circulando profusamente en las redes sociales un conmovedor vídeo casero de una mujer en paro, con dos hijos y separada, que cuenta su caso, su desesperación, y concluye llorando que no se vote a los partidos mayoritarios, lo que obviamente conduce a la conclusión de se vote a Podemos. Se piense lo que se piense, hay que tener muy duro el corazón para conmoverse ante este caso, u otros parecidos, que exigen una solución digna. El vídeo, con varios miles de reproducciones, ha sido repetidamente divulgado por Podemos y su subcontratas.
Pero este ejemplo nos lleva a la lógica conclusión de que muchas personas, decepcionadas por las viejas políticas y partidos van a votar a Podemos “por desesperación” en la confianza de que será la salvación de sus vidas. 
De todos los juicios que se han emitido sobre Podemos, parece razonablemente acertado el del economista y ex dirigente comunista Ramón Tamames, quien dijo: “Podemos es un revulsivo para la política española, pero su programa económico es una fantasía moruna, como era el de Syriza, que tienen que recordar que están en la Unión Europea”.
Sería una buena cosa que todos los electores, emocionales o no, echaran un ojo al libro del profesor Tamames “¿Podemos? Un viaje de la nada hacia el poder”, donde dice, entras cosas el poco realismo con que los populismos pretenden tener soluciones para todo. El veterano dirigente del PCE alude al éxito de Podemos, fundado en lo que denomina unas propuestas programáticas incumplibles en lo principal, pero reconoce que su éxito radica en su aparente respuesta a las demandas no atendidas por los partidos tradicionales: la crítica implacable del manejo de la crisis, el ataque a las corrupciones y la inculpación global de  la  “casta”.  
El padre de Podemos en los medios
Pero Podemos es algo más, es un fenómeno de comunicación, que tiene padre: el verdadero padrino de Podemos que lo proyectó en los medios se llama Jaume Roures, un personaje que debe mucho a Zapatero.
Jaume Roures fue socio del marido de la Carme Chacón, Miguel Barroso. Es un hombre muy inteligente, cuya fortuna se debe en gran parte a la protección que le brindó Zapatero, generoso otorgante de licencias para su grupo. Creador de Público, La Sexta y Mediapro, properó de modo vertiginoso, al tiempo que Pablo Iglesias y Podemos eran las estrellas de sus programas. Y la cosa cundió. Cuando el PSOE ya no le fue útil, tiró por otro camino. En 1995 fundó Mediapro (fue propietario de un 33% del grupo). Alcanzó relevancia, éste grupo, al crear, en él, el diario Público y obtener la concesión de la última licencia de televisión analógica en abierto que se concedió (La Sexta), por parte del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
El éxito de la marca
Podemos le vino bien postular el castigo de los culpables de la corrupción, presentándose como el partido de la regeneración moral. Claro que cuando luego presentó sus listas, sorprendió la variada gama de personajes incluidos, desde ex etarras a condenados por hechos violentos u otros capítulos de Código Penal, junto a sorprendentes personajes que uno nunca hubiera supuesto alistado bajo sus banderas.
Y como todo partido populista presenta soluciones para todo y, esencialmente, adopta una postura equidistante sobre cuestiones esenciales que destacan en el debate nacional: propone el referéndum sobre la independencia de Cataluña, pero afirma que están en contra de la secesión; reconocen los crímenes de ETA como algo terrible, pero proponen acercar a los presos al país vasco, cuando no simplemente dejarnos en libertad.
Pero hay que leer su programa transversalmente y poner en relación unas cosas con otra, como aspectos tan esenciales como el propio futuro de España como nación. Pero su mensaje ha calado en amplios sectores, como el de esa mujer del vídeo, desesperada.
La propuesta de Podemos de asignar a cualquier ciudadano español o extranjero con residencia legal en España una renta fija mensual de 645 euros al mes es un gancho electoral suficientemente atractivo para que se cuelguen del mismo miles de expectantes vecino que se conformarían con eso, a cambio de no hacer nada. 
El votante de Podemos
Pero a Podemos no va a votarlo sólo gente desesperada como la mujer del famoso vídeo. Tamames concluye que los adictos a Podemos “no son ni más jóvenes, ni más formados, ni más urbanos que los de los partidos tradicionales”. Los creó el resultado de la desafección política, y con diferencia los electores que más desconfían de la clase política, de los partidos, de la justicia, de la UE, de los bancos y también de los sindicatos.
El vídeo de esta mujer es una evidencia indiscutible de uno de los viveros esenciales de donde Podemos obtendrá sus votos. Pero no será el único.
 

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