Opinión

Correos privados y Código Moral público

La monarquía es la de siempre: ¿Qué fue del Código Moral de Felipe VI y de la ejemplaridad que pregonaban en público y privado?
Cinco son a mi entender los aspectos a considerar con relación a los correos que Felipe VI y Letizia Ortiz enviaron a su amigo Javier López Madrid, investigado por un presunto caso de acoso e implicado en el escándalo de las 'tarjetas black' de Bankia y otros episodios de presunta corrupción. Tras la primera aparición de dichos correos en “El diario”, tales mensajes han sido ampliamente reproducidos en los demás medios y en la red.
En los mensajes, correspondientes a un chat grupal, se puede leer como la Letizia le dice a López Madrid: "Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier. Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde. Un beso compi yogui (miss you!!!)". Javier López Madrid fue uno de los consejeros y directivos de Caja Madrid y Bankia que utilizó las 'tarjetasblack' para gastos opacos. Gastó 34.807 euros con la tarjeta de la caja rescatada. La Fiscalía le pide un año y medio de prisión por apropiación indebida, aunque devolvió el dinero cuando estalló el escándalo. 
También se une en un momento dado el rey, Felipe VI, según los mensajes en poder de 'El Diario'. Felipe, que utiliza su teléfono particular, le dice a López Madrid que prefiere hablar con él en persona y le cita a una comida, que posteriormente se celebra. La casa Real no ha confirmado ni desmentido la autenticidad de los mensajes al citado medio de comunicación. Sí ha puntualizado que los reyes ya no conservan a día de hoy la amistad que les unía con el López Madrid, pero no explica por qué.¡Qué casualidad”. No, ¡qué hipocresía!
En cuanto a los cinco aspectos a los que aludo son:
1º. ¿Cómo se inscribe la conducta moral de los reyes al expresar, aunque sea privadamente, su apoyo a un personaje en un trance como el que atraviesa su “amigo del alma” en un escándalo de tales perfiles públicos, teniendo en cuenta que, tras asumir el trono, y para restablecer la maltrecha imagen que le dejó su padre, Felipe VI puso en marcha una serie de medidas que la propia Casa Real calificó de Código Moral de la Monarquía? La Monarquía, el Rey ha de ser ejemplar siempre.
2º.- La responsabilidad de orden pena derivada de la publicación de unos mensajes privados y el modo de acceso a los mismos. El vigente Código, dentro de Delitos contra la intimidad, el derecho a la propia imagen y la inviolabilidad del domicilio, señala en su artículo 197 (Capítulo Primero, “Del descubrimiento de secretos”), “El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales, intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses”. Las sucesivas reformas del Código Penal han desarrollado varios bises de esta precaución si se difunden, revelan o ceden a terceros los datos o hechos descubiertos.
3º.- Los ingleses llaman el “peso de la púrpura” a la responsabilidad añadida de los que ostentan cargos públicos en cuando al derecho de los ciudadanos a conocer y observar su conducta en cuanto a la ejemplaridad que se espera de ellos. Lo que en España ha generado ya amplia jurisprudencia en cuanto a que el Derecho al Honor, la Intimidad y la Propia Imagen decae ante el interés público de los casos en que se vean implicadas dichos cargos. ¿Cabría aplicar este principio a los Reyes, con independencia del modo legítimo o no en que se han obtenido los datos que les afectan? ¿Acaso estos mensajes privados pueden ser considerados “secretos de Estado”?
4º.-El análisis objetivo de los hechos, el lenguaje empleado por la reina Ortiz y Felipe llaman la atención, en el contexto general de la situación descrita y la indignación de los españoles al conocer los hechos ciertos del “compi” de sus Majestades católicas, que tuvimos que poner entre todos 23.000 millones de euros para salvar al banco, donde el amigo de los reyes se gastó el lujos una importante partida de aquella cifra.
5º.-La Casa Real quiere salvar los muebles y ahora resulta que ni la reina Ortiz ni Felipe son amigos de a quien tan cálidamente arroparon. ¿Se puede creer esto? ¿Cuál ha sido la causa del sobrevenido desamor?  Seguimos igual que antes, con el mismo cinismo, con la misma hipocresía y, lo que es peor, pensando que los españoles somos idiotas.
El asunto es una evidencia más de una realidad conocida, y denota que la Monarquía y quienes la encarnan sigue sin cumplir la única función real que justifica su existencia: ser ejemplares y responder a la sensibilidad social del pueblo que, por cierto, no ha sido quien los ha colocado donde están.
 

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