Opinión

Sapos y diamantes

En política lo mismo te desayunas un sapo que desayunas con diamantes. Así es ese noble oficio para quienes se dedican a él y en el que hay que estar tan pendiente de los juzgados como de los compañeros de partido, más peligrosos que los enemigos y los adversarios según advirtió en su día Pío Cabanillas padre, entre otros.
Después de haber tenido que tragarse algunos sapos de buen tamaño por la anulación del TSJ de su comunidad del despido de medio millar de interinos por falta de forma – o por formas inadecuadas- y tras haber sufrido un varapalo importante a cuenta de la designación de José Manuel Moreno como presidente del PP andaluz, a manos del presidente de su partido, Mariano Rajoy, y por uno de sus ‘segundos’, el vicesecretario Javier Arenas, que aún mantiene bastante de su mando en plaza en su región y en el corazón de Rajoy, al que ayudó sobremanera a llegar a la Moncloa, y después de la incomodidad de ver a su marido, Javier López del Hierro querellado por un asunto laboral -que ha sido archivado-, a María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, le ha tocado ahora un desayuno más apetitoso. Carpe diem.
El Tribunal Constitucional ha rechazado el recurso presentado por el PSOE a su decisión de suprimir el sueldo a los diputados de las Cortes castellano-manchegas que perdieron la dedicación exclusiva, una medida entre populista y ahorrativa que lanza un mensaje confuso a la ciudadanía y que no se sabe si contribuye más al afecto o a la desafección hacia quienes se dedican a la cosa pública. Donde los magistrados del TC no consideran acreditado que el nuevo sistema retributivo perjudique la función representativa, los diputados regionales socialistas consideran que alternar otro trabajo con el de diputado tiene como consecuencia un menoscabo de la función legislativa y del control al Gobierno, porque su función no es solo la de votar inútilmente en un parlamento en el que un partido cuenta con mayoría absoluta. Afirmar que se trata de que los  políticos no vivan solo de esta actividad y tengan sus profesiones puede ser deseable si luego no se relajan las incompatibilidades, como pretende hacerse a nivel general, y se facilita el tránsito por las ‘puertas giratorias’. 
De Cospedal, además, es abanderada de una corriente que quieren seguir otros presidentes autonómicos, como los de Madrid y Galicia, para reducir el número de número de diputados autonómicos. Y del mismo modo, bajo la excusa de la austeridad, y dando alas a quien exagera sobre el número de políticos paniaguados y sus sueldos desorbitados –y ni una cosa ni la otra-, se pretenden introducir reformas que tratan de evitar que aumente la representatividad en el poder legislativo, y dificultar la alternancia a la oposición. A su pretensión, Rubalcaba la calificó de ‘cacicada’. Pero el PP está dispuesto a darle a su secretaria general el plácet a la reforma del estatuto de Castilla–La Mancha, y proporcionarle otro gran momento. Y favorecer su reelección.
El siguiente, sin embargo, será su actuación en la configuración de la candidatura para la lista europea. Pero entretanto, está viendo pasar ante sus ojos como se resuelve la crisis desatada en el PP vasco que negocia el portavoz parlamentario, Alfonso Alonso, sin tocar mucha bola.  Lo dicho, sapos y diamantes.

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