Opinión

Victoria de Europa

Nada reemplaza a la victoria. El triunfo de Emanuel Macron ha sido rotundo. El ex primer ministro Manuel Valls, celebraba en su cuenta de twiter la "amplia y bella victoria" conseguida por quien será el más joven presidente de Francia desde los tiempos de Napoleón. Con el 66% de los votos frente al 34% de Marine Le Pen, ha conseguido ser el segundo presidente más votado desde que existe la V República, solo superado por Jacques Chirac quien en las elecciones del 2002 consiguió un plebiscitario 82,21% frente al 17,9% obtenido por Jean Marie Le Pen, padre de la candidata derrotada en esta segunda vuelta. Para ponderar el relieve de esa amplia victoria ante el Frente Nacional, organización xenófoba que postula la salida de la UE, bastaría con recordar que el general Charles De Gaulle obtuvo un 55,5% de sufragios en los comicios de 1965 cuando se enfrentó a un François Mitterand que posteriormente, en 1981, conseguiría llegar a la Presidencia. La llegada al Palacio del Eliseo de un político joven (39 años) plantea algunas incógnitas pero aporta expectativas en orden a la renovación de la manera tradicional de hacer política. La novedad que apareja el triunfo de un candidato que no tiene detrás un partido (¡En Marcha¡ es una creación electoral muy reciente) plantea dudas acerca de su navegación en la futura Asamblea Nacional que saldrá de las elecciones legislativas que se celebrarán a mediados de junio en la que amén del Frente Nacional, primer partido de la oposición (ha conseguido 11 millones de votos) los restantes partidos derrotados en estas elecciones (socialistas, republicanos y la derecha tradicional) tendrán representación. A juzgar por sus agrias palabras tras conocer el resultado de la votación Jean Luc Melenchòn, el líder de la extrema izquierda que ha llegado a reivindicar como propio el porcentaje de la abstención, no piensa conceder ni un día de tregua al nuevo presidente. Macron se presenta como "social liberal" y tiene dicho que quiere superar la dialéctica tradicional derecha/izquierda. Plantea un discurso de unidad que apela a los valores republicanos clásicos  -solidaridad, defensa de las libertades, respeto de los derechos, a los que añade firmeza en la lucha contra el terrorisimo y medidas creíbles para frenar la deslocalización de empresas causa primera del desempleo (3 millones y medio de parados) que padece el país.
Es un espíritu optimista que a lo dicho añade una ilusión: refundar Europa. Nada menos. Alemania está al timón de la política económica de la UE pero tras el "Brexit" y la salida de Gran Bretaña, Francia será la única potencia nuclear de la Unión y su palabra será esencial en la OTAN, hecho nada desdeñable en estos tiempos en los que la amenaza yihadista se cierne sobre Europa. Al joven presidente le esperan días de prueba, pero su victoria supone alivio y una inyección de esperanza para el proyecto europeo. La suya también ha sido la victoria de los europeos que queremos seguir unidos.

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