Opinión

Un debate de riesgo

A juzgar por la deriva cainita que está tomando el proceso el PSOE no va conseguir nada bueno de las primarias. En este registro, el episodio protagonizado por el alcalde de Calasparra (José Vélez), llamando despectivamente "faraona" a Susana Díaz presidenta de Andalucía y acusando a la Gestora de prácticas mafiosas y de haber dado un "golpe de Estado político", sería un síntoma de la aguda e irracional división en la que están instalados quienes voluntariamente pertenecen a un partido en el que las relaciones entre sus miembros deberían estar enmarcadas en la cordialidad y el respeto.
Es verdad que la propia historia de esta organización demuestra que no es la primera vez que entre sus partidarios se decreta un estado de guerra civil. Y no hace falta remontarse a Largo Caballero en su batalla con Indalecio Prieto. Más cerca nos pilla aquél otro confuso episodio de cuando los "renovadores de la mierda". Lo que tiene de peculiar el enfrentamiento de nuestros días es que está siendo televisado en directo. Y ya se sabe que cuando se enciende el piloto rojo la gente se viene arriba.
Por eso no me ha sorprendido que el alcalde (socialista) de Calasparra, el mencionado señor Vélez, haya dicho que tal vez erró en la forma de decirlo pero que no va a pedir perdón por decir la verdad. Llamar "mafiosos" a sus compañeros de partido y acusarles de dar "golpes de Estado políticos" ¿es una verdad o una calumnia? Si entre ellos se las gastan así, ¿cómo tratarán a sus adversarios? Miedo da pensarlo.
Por eso creo que si el PSOE quiere sobrevivir sin escisiones a esta crisis, el próximo lunes, fecha acordada para el primer y único debate entre los tres aspirantes a la secretaria general, los militantes, pero también los votantes del partido, deberían exigir que la intención de los aspirantes no fuera buscar un trampolín para sus ambiciones a costa de un "caiga quien caiga"  -que sería letal para la continuidad de la organización-. Lo que de ése debate debería quedar en la retina y en la memoria de los partidarios del PSOE y también del resto de los españoles es que gane quien gane las primarias este partido vuelve a ser una organización fiable, digna de confianza política. No una secta detrás de un dirigente fanatizado. Es muy alto el riesgo que corre el PSOE en ese debate. Lo que está en juego es el futuro del partido y puede que también la estabilidad del modelo político nacido y asentado en la vigente Constitución. A eso me refiero al decir que es un debate de riesgo.

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