Opinión

Alerta en Alhucemas

El Sur existe y tiene problemas. Alhucemas (60.000 habitantes), cerca de la frontera con Melilla, está que arde. El incendio empezó siendo local pero va tomando perfiles más amplios y amenaza con extenderse a todo el Rif, la histórica región de trágicos recuerdos de cuando la Guerra de África hace ahora poco más de un siglo.
Es un conflicto social estrictamente marroquí pero los efectos de la revuelta podrían acabar salpicándonos.
Los rifeños se duelen del abandono por parte de Rabat. No es cosa de ahora, es una constante histórica que remite a la distancia secular entre el Palacio y los habitantes del Rif. Desperdigados por sus montañas los rifeños que tienen una lengua propia, el tamazigh, no han perdido conciencia de su historia. Los sucesivos reinos marroquíes históricos con capital en Fez o Marraquech siempre les miraron de lejos. Eran tierras pobres, en las que malvivían gentes muy apegadas a sus tradiciones. Montañeses independientes. Rebeldes siempre ante la presencia extranjera, fueron los protagonistas de la revuelta contra los españoles dirigida por Abdelkrim. De las guerras de África todavía resta un eco trágico en la Historia de España: Annual, Monte Arruit. Cuando Marruecos (1956) se independizó de Francia y de España, el Rif pasó a ser un invitado de segunda. Mohamed V primero y Hassan II concentraron sus planes desarrollistas en las grandes ciudades históricas Fez, Marraquech, Casablanca, la propia Rabat. El Norte pasó al olvido. Hassan II, padre del actual Rey, hizo frente con dureza a diversos conatos de protesta. Mohamed VI, el Monarca reinante, corrigió con algunos gestos aquella política de ostracismo.
La revuelta encabezada días atrás por Nasser Zafzafi un desempleado de 39 años que reclama mejoras sociales y que ha sido detenido por haber interrumpido la oración en una mezquita (un delito en Marruecos) con una soflama política, está adquiriendo un alcance de dimensiones preocupantes.
Estas noticias coinciden en el tiempo de la crónica política española con el debate sobre los Presupuestos en el transcurso del cual la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría defendió el incremento de la partida destinada al CNI (Centro Nacional de Inteligencia) -partida protestada por un diputado de la oposición que no parece estar al tanto de lo que pasa en Alhucemas-. Por simple precaución parecería razonable ampliar nuestras antenas en la zona. Ceuta y Melilla quedan muy cerca.

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