Opinión

El futuro por escribir

Cuando se escriben estas líneas, se desconocen los resultados de las primarias del PP y si siempre es arriesgado realizar pronósticos, en este caso es prácticamente suicida. En cualquier caso y gane quien gane, el partido que a día de hoy sigue siendo la fuerza más votada de España, comienza a escribir su futuro.
La moción de censura y el ascenso de Sánchez a Moncloa ha sido para los populares un auténtico trauma. Luego, la marcha de Rajoy y su implacable silencio y ausencia generó una importante sensación de orfandad y sin haber superado el duelo, se lanzaron a unas primarias, realmente encorsetadas por unas normas un tanto rígidas y que, con seguridad, cuando toque, no serán las mismas.
Con restricciones normativas, con un muy escaso de tiempo lo cierto es que el PP se ha lanzado a recorrer un camino ignoto que no culminara en el Congreso de los días 20 y 21. Culminara, cuando quien gane, acierte a la hora de nombrar equipos, introducir mejoras y cambios, mantener la unidad que sólo puede venir de la integración, incluso de la generosidad. Si el que gana pretende hacer tabla rasa de todo lo que ha habido en Génova, el error será mayúsculo.
El PP, pieza clave en la democracia española al igual que el PSOE, tiene ante sí una oportunidad de oro para apuntarse a un centro derecha moderno, nítido, firme en sus convicciones y flexible a la hora de llegar a acuerdos. Solo desde convicciones profundas se puede llegar a acuerdos fecundos como se ha visto en política una y mil veces.
Los populares, hoy mismo, tienen por delante una hoja en blanco. El inicio de un nuevo capítulo de un libro cargado de experiencias, aciertos y errores. Esto significa que no son nuevos en política pero que deben desprenderse de las "mañas" que en demasiadas ocasiones se adquieren cuando precisamente se tiene mucha experiencia.
El ganador/ra tiene por delante una ingente tarea que será examinada con lupa por propios y extraños y la lista de deberes pendientes, al menos desde fuera, provoca un cierto vértigo. No sólo deberán gestionar su papel de Oposición, sino que tendrá que administrar su propia casa con extremo cuidado para evitar fisuras antes de tiempo y, desde luego, preparar unas elecciones autonómicas y municipales en las que se tendrán que dejar la piel si no quieren sucumbir al llamado "efecto Sánchez" y, al mismo tiempo, no perder más terreno frente a Ciudadanos.
Hoy será jornada de reflexión para todos. Algunos que no han participado en la campaña de ninguno de los candidatos ya se han propuesto trabajar para conseguir que al Congreso llegue una única lista de integración, de manera que los compromisarios no tengan margen alguno para desobedecer lo que hayan dicho las urnas. Es por ello por lo que será hoy cuando el PP comience a escribir la primera página de su futuro.
Si durante la campaña se han mantenido las formas, más allá de pequeñas o sonoras pullas, y no se han abierto heridas, sino algún que otro rasguño de fácil cicatrización, es a partir de hoy cuando esas formas deben cuidarse al extremo. Los afiliados al PP, sean muchísimos o solo muchos, han llegado hasta aquí cansados, dolidos por la maldita corrupción y sin duda sobrecogidos por acontecimientos absolutamente inesperados.¿Como podían imaginar que Rajoy fuera víctima de una moción de censura?. Se merecen, cuando menos, un poco de sosiego y ese sosiego sólo vendrá, en primera instancia, de la integración y la unidad. Este y no otro es el primer deber de quienes hayan resultado bendecidos por loas casi 67.000 aliados que durante el día de ayer, en un ejercicio inédito para ellos, acudieron a las urnas.

Te puede interesar