Opinión

Elecciones cuanto antes

Si este miércoles, los partidos independentistas catalanes -que auparon a Pedro Sánchez a la Presidencia de Gobierno el pasado mes de junio, votando a favor en la moción de censura que presentó contra Rajoy- le tumban los presupuestos generales del Estado, lo más sensato y coherente sería que el líder del ejecutivo procediera a disolver las Cortes Generales y convocar elecciones en el mes de abril. ¿Lo hará Sánchez? Todas las señales emitidas en estos meses por el Presidente apuntan a que no. Ha dado muestras más que sobradas que le gusta disfrutar del poder, viajar mucho al extranjero, repetir hasta la saciedad, como si hubiera dudas al respecto, que él es el Presidente del Gobierno. Pero sin presupuestos propios -tendría que prorrogar los de Rajoy-, con el pulso secesionista con Cataluña encallado, con el juicio a los políticos catalanes que intentaron subvertir el orden constitucional en marcha, con una parte de la sociedad española -como se vio este domingo en la Plaza de Colón- harta de esta situación, se antoja difícil imaginar cómo se puede gobernar durante los próximos meses con un mínimo de estabilidad y tranquilidad. Se dice que cualquier Presidente del Gobierno convoca las elecciones cuando las encuestas que tiene encima de la mesa le son más favorables. Si eso es así, Sánchez -a la vista de las que le fabrica el CIS del inefable José Félix Tezanos- debería tener pocas dudas al respecto. El problema es que seguramente manejará otros estudios demoscópicos donde las cifras no le son tan favorables y es ahí donde puede vacilar sobre qué hacer. De momento, las elecciones que ya tienen fecha fijada en el calendario son las europeas, municipales y autonómicas en trece Comunidades que se celebrarán el domingo 26 de mayo. Si antes no hubiera elecciones generales, la triple cita de mayo será abordada por los diferentes partidos como unas elecciones en clave nacional. El lema de la concentración de este pasado domingo en Madrid fue: "Por una España unida. Elecciones Ya". Y es verdad que aunque la potestad de convocarlas es algo que la Constitución reserva al Presidente del Gobierno, este no debería hacer oídos sordos a un deseo cada vez más extendido de que la gente quiere votar y decidir con su voto cual va a ser el rumbo de España en los próximos años. Desde un punto de vista democrático, votar es lo más sano que se puede hacer. Y si además, la situación política e institucional, como sucede ahora en España, atraviesa por un momento complicado, la salida es dejar que los ciudadanos se expresen libremente en las urnas. Y si además el partido que está en el Gobierno tiene sólo 84 diputados de un total de 350, razón de más para que cuanto antes, los ciudadanos decidan con su voto.

Te puede interesar