Opinión

Lo importante

Tenemos los seres humanos esa tremenda manía de dedicarle un día a lo que creemos importante, el Día de los Trabajadores, el Día del Agua, el Día de los Solteros o de los Enamorados, y así hasta los 365.
El 25 de noviembre es el Día contra la Violencia de Género. Más allá de la obviedad de saber que esta batalla no se puede circunscribir a una sola jornada al año, lo que me sorprende es que incluso para luchar contra esta maldición que ningún ser humano en su sano juicio debería justificar, surge la polémica.
Pues resulta que como cada año la Xunta de Galicia a través de la Secretaría Xeral de Igualdade presentó hace unos días su campaña para televisión y prensa. “O mais grande de Galicia non se maltrata”, este es el mensaje que seguro usted ya habrá visto en la prensa y en la televisión. En la imagen, tres mujeres en tamaño gigante sobresalen sobre los emblemáticos monumentos de Galicia: la Catedral de Santiago, la Muralla de Lugo o el puente romano de Ourense. Nada más hacerse pública comenzaron las críticas, primero por parte de los grupos de la oposición en el Parlamento de Galicia y por algunos colectivos feministas: que si  la imagen es paternalista, incluso machista, que si a las mujeres no se las puede comparar con edificios porque eso significa cosificar, que el mensaje además de grandilocuente tiene un toque populista, etc.
Por mi parte lo que realmente me llama la atención no es la campaña sino las críticas, a mi entender, desproporcionadas. Me sorprende ver cómo nos equivocamos, una vez más, al identificar cuál debe ser la diana de todos nuestros ataques.
No me vale el silencio sepulcral cuando la muerte de una mujer nos golpea las conciencias. La noticia es un teletipo que siempre empieza y acaba igual, “con esta ya son X las mujeres asesinadas por violencia machista”. La plantilla de word no deja lugar a una mínima reflexión, la asesinada o maltratada pasa a formar parte de la lista y ya está, no hay más que hablar
Y, sin embargo, sí que sacamos la pluma y nos rebanamos los sesos para descalificar una campaña publicitaria que justo va en contra de esa lacra. 
Entonces… ¿Quién es el enemigo? ¿el publicista? ¿la secretaria de Igualdade? ¿la Xunta de Galicia? ¿O será más bien el energúmeno que en estos momentos está pegándole a su mujer, a su novia,  a su pareja…? ¿Le importará a esa mujer maltratada si en la campaña de la Xunta quizá se podría interpretar que la mujer está siendo cosificada al compararla con la Catedral de Compostela?
Me niego a entrar en este juego peligroso de confundir  el objetivo. No voy a dedicarle ni un minuto más a hacer un análisis rocambolesco sobre el presunto paternalismo y machismo (yo no lo veo) de una campaña porque, simplemente, ese no es el problema que tenemos entre manos. Nuestro problema, señores y señoras, es que hay hombres que matan y maltratan a las mujeres porque consideran que tienen el derecho a hacerlo. Nuestro problema es que uno de cada cuatro jóvenes de entre 15 y 29 años piensa que la violencia en las relaciones de pareja es “normal”.  Centremonos, por favor, en lo importante y que no nos despisten elucubraciones pseudointelectuales. Centremos de una vez el tiro… O no atinaremos nunca.

(*) Presidenta de Executivas de Galicia.

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