Pues difícil, muy difícil, pero espero que sí, porque si no fuera así este país quebraría socialmente al derivar a un elevado porcentaje de nuestra población hacia la exclusión social y a la pobreza sin más. Pero entremos en materia con los datos en la mano y cada cual que extraiga su análisis y conclusiones.
Los españoles mayores de 65 años representan a día de hoy el 18,2% de la población. Porcentaje que, en poco más de una década, este segmento de población crecería hasta un 24,9%.
España no sólo pierde población porque hay más fallecimientos que nacimientos, sino porque también perdemos trabajadores extranjeros que han regresado a sus países de origen ante la falta de oportunidades laborales.
Con lo cual, y tomando como referencia los informes económicos de la CEOE, nuestra población activa ha descendido en los últimos seis años en 670.000 personas, hasta situarse en los 22,8 millones. Informes que nos dicen también que al final de 2017, el desempleo bajará al 18-19% debido a que hasta entonces el empleo habrá crecido en 850.000 personas, con un descenso de la población activa de 146.000. Y recordando que la tasa de paro a día de hoy se sitúa en un 21% de la población activa. Datos y previsiones que debemos recordar que están situados en un escenario económico de normalización, por lo que sí después del 26-J este país sigue sin poder formar un ejecutivo las previsiones irremediablemente cotizarán a negativo.
Dicho esto y como consecuencia, (aunque no la única), de la brutal crisis económica que aún padecemos, el sistema de pensiones arroja un abultado déficit desde el 2011. Déficit que ascendió en 2015 hasta los 16.707 millones y con un desequilibrio previsto para este año en curso de más de 10.000 millones de euros. Con lo que la hucha de las pensiones ha descendido desde los 66.815 millones hasta los 32.481 millones de la actualidad Pero hay más datos que también debemos tener más que presentes. Así, y según los estudios de consultoras especializadas, se nos dice que los menores de 30 años cobrarán una pensión media por jubilación equivalente a 575 euros mensuales, muy por debajo de los 1.029 euros que cobraron los jubilados en el pasado 2015.Este mismo estudio estima que con las mismas cotizaciones y el sistema actual de financiación de las pensiones, el poder adquisitivo de los jubilados se reducirá a la mitad dentro de 30 años debido al envejecimiento de la población, ya que el número de pensionistas pasará de los 6 millones actuales a casi 12 millones.
En definitiva la seguridad de poder cobrar nuestras pensiones en tiempo y forma se antoja complicado por lo que se debe repensar y reformular todas las connotaciones necesarias para que llegado el momento nuestros mayores puedan disfrutar de una más que merecida tranquilidad económica que les permita disfrutar de sus vidas con toda la calidad y servicios que se merecen. Para ello la gestión de lo público tiene y debe ser impecable y quedar en manos de personas expertas que, como la precisión de un bisturí en manos de un cirujano, aseguren nuestro futuro económico a corto, medio y largo plazo. Y la pregunta es: Tenemos en la gestión de los recursos públicos a las personas que pueden acometer semejante reto?. Y aquí cada cual que se conteste en conciencia y extraiga sus conclusiones.
