De un auténtico despropósito económico se podrían definir las propuestas fiscales del nuevo eje radical comunista compuesto por Izquierda Unida y Podemos. Sablazo fiscal a las rentas medias que podrían tener una repercusión directa de unos 4.000 euros por familia de media.
Más allá de subir el IRPF a las rentas altas o elevar la tributación del Impuesto de Sociedades sobre las grandes empresas del Ibex, el pacto de radicales, acordado entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón también contempla un golpe fiscal histórico sobre el ahorro de todos los españoles de a pie. Entremos en materia. En el IRPF plantean eliminar casi todas las deducciones existentes, incluida la correspondiente a los planes de pensiones privados, tal y como detalla su documento: “Eliminación de los beneficios fiscales para la previsión complementaria individual, como en el caso de los planes de pensiones privados".
Esta medida se traduciría en una subida del IRPF a cerca de 8 millones de contribuyentes que poseen alguno o varios planes de pensiones en España, ya que ahora se pueden deducir de la base imponible hasta 10.000 euros anuales en aportaciones a estos mecanismos de ahorro, y 12.500 euros o el 30% de la base imponible en caso de tener más de 50 años. Lo cual en nuestra Galicia con una población porcentualmente mucho más mayor que la media estatal tendría un impacto brutal. Y recordando que el patrimonio de los fondos de pensiones ascendió a 104.518 millones de euros en 2015. Pero ahí no acaba el asunto. También proponen asimilar las rentas del ahorro a las del trabajo mediante la reducción de las diferencias de tarifa. En la actualidad, los tipos sobre el ahorro oscilan entre el 19% y el 23%, mientras que las rentas del trabajo van del 19% al 45%. Esta subida afectaría, por tanto, a millones de contribuyentes de clase media. Y por supuesto como todo buen régimen comunista estalinista la vivienda es otro de sus objetivos fiscales declarados a batir. Podemos-IU quieren subir la tributación sobre las Sucesiones y Donaciones, así como reducir el mínimo exento en el Impuesto de Patrimonio. Cuando buena parte del bienestar económico de los españoles se concentra precisamente en la vivienda, ya que hasta un 80% de las familias españolas son propietarias de uno o más inmuebles. Estas modificaciones afectarían de una forma directa a una buena parte de la sociedad española derivándonos a reproducir todo lo peor de lo que está sufriendo la población venezolana en nuestro país. Ya es más que abusivo que la mitad de lo que gana un ciudadano español a lo largo de un año por su trabajo es para cumplir con la Seguridad Social y Hacienda. Y para que quede más claro pongo este ejemplo: Un trabajador con un sueldo medio anual de 24.400 euros brutos destina 102 días a pagar cotizaciones a la Seguridad Social y 79 a pagar impuestos (37 al IRPF, 25 al IVA, 12 a impuestos especiales y 5 a otros impuestos). En total, dedica 181 días de su trabajo (15.706 euros) a pagar a la Administración. Así que de sablazos fiscales como que no, ¿queda claro?
