Parece ser que el gran mercado persa, donde todo se vende, se compra, se permuta, se cede o se cambia, eso sí, en clave beneficio unipersonal, en el que se ha convertido nuestro congreso de los diputados nos está dejando atónitos a la inmensa mayoría de la sociedad española, ante tanta visión y constatación de que el fin si justifica los medios para unos cuantos (no todos, por supuesto) filibusteros mal llamados políticos, con tal de tocar poder a costa de dejar las ideologías, ideales, principios y valores a los pies de los caballos.
Podíamos pronunciar esa frase de “que siga el espectáculo” si no fuera que es a cuenta de nuestros impuestos (esos como el tremendo catrastazo recientemente aplicado por nuestra querida agencia tributaria, que ha derivado a multiplicar la subida del IBI hasta lo económicamente inasumible para cientos de miles de familias). ¿Dónde quedan las reformas estructurales que necesita España, si o si, para salir del pozo? ¿Y los programas económicos y sociales que contribuyan a dar estabilidad a la sociedad en general? Pues creo que han quedado difuminados por el “todo vale” de las ansias de poder desmesuradas de algunos.
Pero hay que decir también que donde se siembra vientos se recogen tempestades. De esta misma forma le digo al partido popular que no es de recibo, después de dejarse millones de votos y decenas de diputados en su reciente travesía electoral, que su cúpula sea la misma que hace dos décadas con el Sr. Rajoy y el Sr. Arenas como sus máximos exponentes, que no es de recibo nombrar nuevamente a su camorrista parlamentario por excelencia, Sr. Hernando, portavoz de su grupo parlamentario. Que aún es menos de recibo que la vicepresidenta de la mesa del congreso sea la señora Celia Villalobos, conocida por su “buen hacer parlamentario” y su “diligencia verbal” y por supuesto no es de recibo el no haber combatido la corrupción con mano de hierro. Dicho esto, peor escenario le pinta a un PSOE el cual cierra los ojos ante el caballo de Troya al cual Pedro Sánchez le está abriendo las puertas de la casa del pueblo de par en par y en el cual la cúpula “Podemita” va a bordo, con el nítido objetivo de destruir los últimos vestigios del “imperio socialista español” y hacerse con todo el espacio electoral de la izquierda de este País, previa laminación anterior de los restos de IU.
En definitiva: El desplome del precio del petróleo y la decisión del El Banco Central Europeo de mantener los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,05%, deberían ser revulsivos que apuntalasen con reformas estructurales en nuestro País, un inicio de recuperación en el difícil camino hacia la normalización de nuestra economía real. Así que espero de sus señorías cordura, sentido común y defensa férrea del interés general y que les enseñen a los filibusteros reciclados a “políticos” que al Congreso se va a consensuar, dialogar, proponer y aprobar medidas por el bien de todos y todas, y no a mercadear miserias y vanidades. Así de claro!
