Los ricos también lloran. Que se lo digan a Elon Musk, que ha pasado de la risa y el aplauso al llanto y decepción cuando ha visto estallar en el aire su cohete espacial en el momento en que alcanzaba los treinta quilómetros de altitud y parecía que tomaba rumbo hacia el infinito y más allá. Otra…
calendar_today 23/abr./23