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Vigo y provincia tienen la mayor ola de inmigración en diez años

inmigrantes a la espera en la lonja del Concello, donde se encuentra la oficina del censo y padrón municipal.
photo_camera inmigrantes a la espera en la lonja del Concello, donde se encuentra la oficina del censo y padrón municipal.

En el primer semestre se contabilizaron 3.166 altas de inmigrantes: 2.049 extranjeros y 1.072 españoles retornados.  Proceden en su mayoría de Venezuela, Brasil, Colombia y Portugal. También es positivo el balance migratorio con el resto de España. Ambos compensan la caída de la natalidad y el saldo vegetativo negativo 

 La caída de la natalidad y la población y el envejecimiento de la sociedad, constatable en las estadísticas realizadas por el INE  ayer publicadas, parecen coincidir con una nueva ola de inmigración que puede compensar al menos en parte a los saldos vegetativos, cada año más negativos en España, en Galicia y también en Vigo y la provincia de Pontevedra. 

En concreto, en Vigo y provincia, durante el primer semestre del año se contabilizaron 3.166 altas de inmigración procedente del extranjero, de los que la mayoría eran ciudadanos de otros países (2.094) y el resto españoles retornados, otros 1.072. Esta cifra supone la más alta en diez años, desde el primer semestre de 2008, cuando se inició la crisis económica, en se contabilizaron 3.625. El segundo semestre de ese mismo año ya fue peor, con 2.816 desde el extranjero. Resulta especialmente llamativa la afluencia de personas de América, que vuelve a ser el principal “caladero” en esta nueva ola de inmigración.  Por países, destaca Venezuela, con 478 altas, de ellas el 90 por ciento en la ciudad de Vigo, donde está a punto de convertirse en la primera colonia, con cerca de 1.500 residentes. De hecho, todo apunta  a que el segundo será todavía mejor, o como mínimo igual, debido a la presión de llegada.
Detrás, Brasil, con 262 más y Colombia, con 216. De Europa el principal continente llega desde Portugal, con 220 más registrados.De hecho, supone la mitad de todos los llegados desde la UE, donde se ha parado casi por completo el movimiento de entrada de rumanos, muy importante en todo el siglo. En Vigo los vecinos lusos suman cerca de 2.000. De China llegaron 10 personas. Hay 500. Para el censo vigués de 2019 la nueva ola migratoria supone una buena noticia tras varios ejercicios en negativo, retrocediendo en población. En el último padrón había 14.542 extranjeros anotados.
En cuanto al saldo entre emigración e inmigración exterior, de nuevo datos en positivo, rompiendo la tendencia de forma radical: en el segundo semestre de 2017 el saldo  -diferencia entre llegadas y salidas al extranjero- era de -306, con más emigración que inmigración. Seis meses después ya era positivo, aunque por poco, con +95, y en el primer control de 2018 el salto ha sido absoluto, con +1.518. Es también el mejor dato desde hace una década. n

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