4.000 VENEZOLANOS EN la comarca

Los venezolanos eligen Vigo por las oportunidades de trabajo

La sede de Amigos de Venezuela es uno de los puntos de encuentro de la colonia.
photo_camera La sede de Amigos de Venezuela es uno de los puntos de encuentro de la colonia.

La colonia de venezolanos que huyen de la miseria crece sin parar en Vigo y su área, y alcanza ya unos 4.000. Coinciden en que eligen Vigo por sus oportunidades y destacan que "fue fácil adaptarse". En la foto, un grupo en la sede de Amigos de Venezuela.

En apenas un año se han convertido en la primera comunidad extranjera de la ciudad, alcanzado los 1.362 censados en el padrón municipal. Pero sin embargo, según reconocen desde la Asociación  Amigos de Venezuela podrían ser más de 4.000 solo en Vigo y su área. En toda Galicia y Asturias la cifra oscilaría entre los 40 y los 50.000 venezolanos, incluyendo en estas cifras a los retornados.  

Los venezolanos asentados ya en Vigo aseguran que la ciudad "es una de las preferidas por la colectividad. Aquí tenemos un clima más benigno y encontramos más oportunidades", comenta  Franklin Vallenilla. Algo similar pensó Odilo Domínguez, que después de un año en Celanova, de donde son sus padres, se afincó en la ciudad "porque creo que habrá más oportunidades. Lo único que quiero es un trabajo y sentirme útil", asegura este técnico de sonido radiofónico, que dejó un trabajo en la cadena Podevesa (de la empresa estatal petrolera), el piso y la familia "porque en Venezuela la situación es insostenible. La gente lo único que quiere es huir, aunque sea caminando o en autobús , como hizo una sobrina de mi mujer y su marido". 
Las historias se repiten. La inseguridad, la falta de alimentos, medicamentos y carburantes les obliga "a emigrar", explica el abogado Antonio Maniglia, que  desde que llegó a Vigo hace un año ya trabajó en la construcción, vendimiando  "y en lo que salga. Tenemos mucha fe en que vamos a salir adelante", explica este hombre para quien lo peor de la Venezuela actual es "la inseguridad, a mí me asaltaron dos veces. También la falta de suministros básicos, no hay muchos medicamentos y lo peor de todo es que hagas lo que hagas, la inflación se lo come todo". 
Para Yajaira Ferrer Vigo es la ciudad en la que encontró el amor "lo que me decidió a quedarme". Aquí trabaja cuidando personas mayores avalada por su experiencia de 22 años en hospitales venezolanos. Ahora "estamos esperando para casarnos, pero todo el papeleo está siendo complicado". En su país quedaron su madre, los hijos y los nietos. El año pasado estuvo tres meses de visita y comprobó "que falta de todo, desde suministro eléctrico a agua. Mis hijos son ingenieros y no les alcanza".
Andrés Varenkow es, además de presidente de la Asociación de Pensionados, uno de los veteranos en la colonia venezolana. "Me vine en el 2002, cuando regresó Chavez al poder tras ser depuesto. En aquel momento me di cuenta de que las cosas solo podían empeorar y no quise esperar. Ahora hasta mi mujer me da la razón". Emigrar fue "uno de los tragos más duros que pasé. Allí tenía una buena vida, era empresario y profesor universitario  y aquí empecé de cero". Ahora ya está completamente integrado "con yerno y nietos vigueses", aunque, como todos, sigue muy de cerca todo lo que sucede en su país. 

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