Opinión

Trenecito sexual

En este país del carajo, si no chantajeas no mamas. Está visto. Sin secesión no hay inversión. Además los gallegos ya tenemos tren; les metemos los votos en el culo a los del PP, los del PP les meten el gobierno en el culo a los mas ineptos, los más ineptos les meten las inversiones en el culo  a los que boicotean y así el trenecito erótico del politiqueo se va por esos raíles del chantaje con su carga de fondos públicos: ¡chu! ¡chu!
De tan ansiosos que estamos aquende el Padornelo por tener unas buenas estructuras de comunicación con la Meseta, no hacemos más que abrir la puerta a la irracionalidad cuando votamos. Pero "o tren que nos leva pola beira do Miño, non nos leva polo bo camiño", y aquí, en el Noroeste, los políticos no hace más que "asumir" compromisos personales, que nos hacen "asumir" nuevos retrasos, que nos abocan a "asumir" una vez más que somos unos don nadie. Asumámoslo: el AVE, que en Andalucía se hace viejo después de un cuarto de siglo de funcionamiento, sigue siendo aquí una promesa.
No podemos asumir la evidencia de que Ourense sea la primera provincia en inversión en Alta Velocidad (sólo faltaría), porque eso es asumir la complacencia. En Madrid hay amaños subterráneos, túneles oscuros, unión amaños subterráneos, túneles oscuros, unión de socios a la fuerza y de enemigos condenados a entenderse. Pero Galicia, una vez más, a la hora de negociar los presupuestos, vuelve a ser un cero a la izquierda, la última estación, el farolillo rojo. Nada que vaia para ningures.
El pacto con vascos, el guiño a catalanes (4.200 millones de euros hasta 2.020), la palmadita en la espalda a los canarios (godos fuera), hace que la caída de la inversión del Estado agrave el déficit histórico de los filipinos (loas gallegos), los últimos, como siempre; los lambeculos, los que cumplimos, los que ponemos la grupa y humillamos la cerviz. ¿Votaste PP? pues te jodes.
Galicia nunca convergerá con el tren de Europa si no nos echamos al monte y no le damos un escarmiento a estos que mandan, en buena medida, porque nosotros los pusimos: el PP es el partido más votado a nivel nacional gracias a los gallegos, en Galicia gobierna por mayoría, y Mariano Rajoy más que en el río Umia se baña entre multitudes cada vez que viene a Pontevedra. ¿Así nos lo agradecen? No, así nos luce el pelo, que es muy diferente.
Con un Vigo cuyo puerto se hunde en la miseria, cuya industria auxiliar automotriz corre cada día más veloz hacia Lusitania; con una población envejecida que cobra pensiones de mierda, Galicia necesita un tren bala no una chocolatera dirigida por mediocres maquinistas. 
Basta de jugar al "teto" –tú te agachas y yo te la meto- con nosotros. Que Feijóo hable ahora o calle para siempre. Y, sino, que vuelvan los caciques; los de la boina, carallo, que al menos saben negociar con Madrid a lo "feirante". 
 Y, sino, si hablamos de hundimientos, y de mares, votemos En Marea. Pero "o votiño" polo que vale, ¿non si? A ver si nos entendemos.

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