Opinión

Stop al boicot de productos catalanes

Las cifras son demoledoras, un 20 por ciento de los españoles de fuera de Cataluña confiesa que ya no compra productos catalanes. No me sorprende porque tengo amigos, gente leída, gente sensata, que se niega a tomar su cava de toda la vida, en castigo por lo que está ocurriendo en Cataluña, sin darse cuenta de que el daño se lo hacen también a quienes dicen defender. Me refiero a esos españoles que viven en esa comunidad, pero que no comulgan con las ideas del triunvirato formado por Puigdemont, Junqueras y los activistas de la CUP, y que son los que verdaderamente están sufriendo en sus propias carnes el desvarío de los independentistas pero también el boicot de quienes se obstinan en dividir el país entre buenos y malos.
Todo esto es tremendo por las repercusiones que tiene en su calidad de vida, en la sanidad, en los servicios sociales de los catalanes en su conjunto pero lo que más llama mi atención es que ningún líder de los tres partidos constitucionalistas ni Rajoy, o en su defecto Saenz de Santamaría, Sánchez o Rivera, hagan nada por detener esta locura que amenaza con poner patas arriba la economía española, no solo la catalana. Un problema que no parece preocuparles demasiado si con ello castigan a quienes en su locura nos han llevado a una situación límite.
¿O alguien cree que todo lo que viene de Cataluña se produce en esa Comunidad Autónoma, y no en Andalucía, Aragón, Extremadura, y otros lugares de España? Vivimos en una sociedad globalizada y eso empieza por nuestro país. ¿No se le ha ocurrido a nadie que el corcho de las botellas de cava proviene de Extremadura? Podríamos poner mil ejemplos, pero lo preocupante es el descalabro que están sufriendo los pequeños o grandes empresarios catalanes o no, que ven con dolor cómo este proceso, está destruyendo su presente, su futuro y el de sus hijos, además del trabajo de toda una vida.
No voy a entrar a juzgar las razones por las que alguien deja de comprar todo aquello que huela a Cataluña, aunque lo que no comprendo es por qué el Gobierno de la nación, no insta a los medios públicos a emprender campañas publicitarias que mejoren la imagen de Cataluña en el resto del país. Campañas de las que todos saldríamos beneficiados. Quiero pensar que si no lo hacen es por que no tienen un plan definido, ni propuestas ilusionantes sobre lo que hay que hacer para atraerse a los catalanes a territorio amigo, y a los españoles a dejar de mirarles como si fueran el enemigo a batir, siendo como son los que más están sufriendo está situación.
Resulta decepcionante que ni el Gobierno ni los partidos que han apoyado el 155, que pronto concurrirán a las elecciones del 21D -que si hacemos caso de las encuestas no parece que vayan a ganar con la holgura suficiente como para recomponer todo lo que se ha roto en este tiempo-, no tengan preparado un plan B, para atraerse la confianza, aunque sea por la mínima, de los catalanes, independentistas o no, que se sienten cómodos viviendo en Barcelona o Tarrasa, pero también en San Sebastián, Málaga, o cualquier otro lugar de España. 
La situación es tan grave, tan sumamente grave, que todos, sin excepción, deberíamos poner algo de nuestra parte para que la ruptura no sea total como buscan algunos, ya que en ello nos va la estabilidad económica, familiar y de país.

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