Opinión

Retos económicos para 2018

Una parte importante de los principales indicadores económicos para Galicia señalan signos de mejoría. El crecimiento del Producto Interior Bruto regional resulta sostenido y las exportaciones siguen dando alegrías a nuestras cuentas, incluso el consumo, que era el principal caballo de batalla para recuperar nuestro perdido crecimiento económico se está recuperando. Hasta aquí hay elementos suficientes para ser optimistas, puesto que tras haber cerrado el ciclo recesivo ha comenzado el camino de la recuperación. 
La coyuntura económica es favorable y no parece que vaya a cambiar, al menos a corto plazo. La reciente evolución de los agregados macroeconómicos ha permitido que nos situemos en los mismos niveles que en el 2007. 
Como he señalado, hasta aquí hay motivos fundamentados para la esperanza. Sin embargo, poco se habla de los problemas estructurales de nuestra economía. La mejora económica coyuntural no debe olvidar que seguimos con graves deficiencias. Una de las más importantes es el desajuste entre la oferta y demanda de trabajo, puesto que a pesar de contar con una alta tasa de desempleo, hay sectores y actividades económicas que no encuentran trabajadores. Este problema, lejos de ser algo puntual resulta cada vez más frecuente y no se ha sabido corregir. 
Sin dejar el mercado laboral, nuestra economía en situaciones de crecimiento no consigue que el empleo crezca a las mismas tasas que a nivel nacional, ni que la calidad del empleo generado sea el mismo que para el resto de España. Por otra parte, nuestros salarios medios siguen siendo relativamente reducidos, lo que en buena medida explica que la dotación media de nuestras pensiones siga siendo notablemente inferior al valor medio nacional.  Un círculo vicioso del que resulta muy complicado salir.
Finalmente, tenemos una excesiva polarización de nuestro mercado laboral sobre el sector servicios, lo que no siempre garantiza mejores puestos de trabajo y, a la postre, supone una mayor volatilidad laboral, debido a la excesiva estacionalidad de una parte importante de este tipo de empleos. Por lo tanto, y aprovechando el momento, es hora de pedir a los “Reyes Magos” un nuevo cambio del modelo productivo para nuestra economía si queremos una recuperación sólida para Galicia. Esto permitirá también mitigar las tensiones financieras que está generando nuestro envejecimiento demográfico, otro de los principales retos a los que se debe hacer frente y que siguen generando un aumento de nuestro gasto sanitario y social.


ALBERTO VAQUERO GARCÍA

 Profesor Titular de Economía Aplicada. Grupo GEN de investigación-UVigo

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