Opinión

Puigdemont vuelve al periodismo, a 'su' periodismo

De toda la larga -y reconozco que no tan complaciente como yo esperaba- entrevista que el director de TV3, Vicent Sanchís, le hizo el domingo a Puigdemont en Berlín, me quedé con algunos titulares acerca de lo que piensa hacer el huido para aclarar el panorama político catalán, y salí con la conclusión de que lo único que va a hacer es seguir embrollándolo. Como si la cosa, que está tan judicializada y melindrosa como pudo verse este lunes en juzgados varios, estuviese para seguir mareando la perdiz. Pero dejemos por un momento el embrollo y vayamos, si usted así lo considera, a algo puede que más anecdótico: me sorprendió que el ex president de la Generalitat anunciase a su entrevistador que está escribiendo un libro, que aparecerá en septiembre, fecha en la que, para bien o para mal, muchas de las incógnitas actuales ya se habrán aclarado: habrá Govern, tanto si se han celebrado o no elecciones anticipadas, y quizá algunos de los que cumplen prisión provisional estén ya en la calle o incluso en alguna poltrona oficial de la Generalitat, quién sabe si esto es lo que ocurrirá... o no, que diría Rajoy.
Que Puigdemont escriba un libro narrando, es de suponer, algunas anécdotas y pasajes presuntamente desconocidos acerca de lo que le ha ocurrido en estos meses de auto exilio, huidas rocambolescas y desafío abierto a un Estado que constituye la novena o décima potencia del mundo, nos recuerda que el autor es, o se declara -título académico no tiene, creo, pero tampoco presume de ello en su curriculum, es la verdad- periodista. Y que, aunque lo suyo ha sido siempre más bien un periodismo de agitación partidista, o sea, poco periodismo, se recreará en detalles que seguramente son inéditos; va con el espíritu de esta profesión, necesariamente cotilla por esencia, y Puigdemont ha ejercitado sus (malas) artes en este oficio mío. Y lo que cuente lo contará, claro, a su modo, es decir, forzando, cuando menos, la verdad, para tratar de colarnos `su` verdad, que sin duda poco tiene que ver con la que en otros pagos consideramos.
Seguramente, y aunque para entonces ya esté gran parte del pescado catalán vendido en una u otra de las lonjas posibles, el libro hará furor. ¿Quién fue el ministro que le propuso reunirse con Rajoy, aunque luego la cosa quedara en nada` ¿Por qué no surtió efecto la mediación de Urkullu para que Puigdemont convocase elecciones a finales de octubre, provocando, en cambio, todo el terremoto derivado de la declaración unilateral de independencia? ¿Por quién se siente traicionado, por quién respaldado? ¿Quién está financiando su aventura -bueno, esto es posible que lo obvie-? ¿Dónde, cuándo, cómo, impulsado por quién, se lanzó a la carrera de implementar un separatismo que él sabía imposible -claro que él tampoco lo dirá así, supongo-? ¿En qué momento empezó a distanciarse de Junqueras y de Esquerra? Y así un largo etcétera. La verdad es que, para mí al menos, Puigdemont sigue siendo un misterio: ¿cómo es posible que alguien como él, tan pletórico de incapacidades, haya mantenido en jaque a toda España, a todo un Estado poderoso y estructurado (al menos, en apariencia)?
La buena noticia relacionada con este libro, que probablemente aporte buenos dividendos a las arcas puigdemontanas -lo que es legítimo, desde luego- es que, cuando escribes algo semejante a tus memorias, es porque consideras que tu trayectoria política activa ya ha acabado, o está finalizando. Uno escribe, decían mis maestros, siempre contra alguien, más que por el afán de narrar las propias vivencias. No sé si Puigdemont tendrá contra Rajoy tanta munición como el ex director de la CIA, James Comey, contra Trump -sin afán de comparar, oiga, que yo a Rajoy le respeto. Y a Comey, también-, pero me resulta indudable que el `villano` del aún non nato volumen de Puigdemont va a ser el actual presidente del Gobierno central de España, acompañado sin duda por el juez Llarena y otros personajes que usted y yo podemos fácilmente imaginar. Pero recuerde Puigdemont que, como han comprobado otros que escribieron como `vendetta`, la eficacia de un libro es siempre relativa: no en vano decía Azaña que `cuando quieras mantener algo en secreto, publícalo en un libro`.
Bueno, sea como fuere, yo, con tal de que Puigdemont deje de horadar al Estado, a mi país, España, con su maléfica actuación por esos mundos de Dios, estoy dispuesto hasta a darle la bienvenida al gremio periodístico. Y a leer su libro. ¡Y hasta a comprarlo! Total...

Te puede interesar