val miñor

El post de una taxista de Nigrán, germen de una cadena solidaria

El taxi de María Muñoz preparado para salir en uno de sus viajes solidarios.
photo_camera El taxi de María Muñoz preparado para salir en uno de sus viajes solidarios.

María Muñoz recorrió 6.000 kilómetros repartiendo ayuda a afectados por el fuego

Luchadoras, guerreras, persistentes y solidarias son las palabras que mejor definen a estos cuatro ángeles solidarios que resurgieron de las cenizas como el ave fénix para arrojar un poco de luz a las familias que lo perdieron todo en los incendios del pasado mes de octubre. 
Esta impresionante cadena solidaria comenzó en Nigrán donde se sitúa una de las zonas cero de la tragedia. A María Muñoz, taxista en la localidad miñorana le dio un vuelco el corazón al comprobar las dimensiones de la tragedia y decidió escribir un post en su cuenta de Facebook. Solicitaba alimentos y artículos de primera necesidad para llevarlos a las familias que lo habían perdido todo o casi todo en los incendios que asolaron a Galicia, Asturias y Portugal. Ya desde el día 15, la joven viguesa, taxista en Nigrán,  empezó a buscar cuáles eran aquellas familias que necesitaban una mano para empezar a restañar sus heridas. Cuando se produce una tragedia de esta magnitud “no hay tiempo para llorar, y si lo haces que sea al tiempo de empezar a construir”, asegura María, que compartió con otras tres mujeres, como Ana García Pardo,  que  regenta una tienda de artesanía en Arzúa  o Sandra Novoa o Ana María  Gameiro, de Enxaixamos, o Laura  de Xanela Ocio y Animación, se fueron uniendo a la cadena, una experiencia fantástica que le permitió comprobar que la bondad humana y las ganas de ayudar no tienen límite cuando hay voluntad de hacerlo. 
María recorrió en su taxi más de 6.000 kilómetros en 15 días de intenso trabajo recogiendo donativos, clasificando lotes y repartiéndolos por la geografía gallega, leonesa y portuguesa.   “No se puede precisar cuánto hemos recogido, primero porque no llevé la cuenta y segundo porque me ha desbordado”, relata María. Mi coche negro que es bastante grande a tope y fuimos hasta Sao Joao de Madeira en Portugal con una furgoneta y un coche hasta arriba.  “Me parece increíble que a  raíz de un pequeño post en mi Facebook se haya desatado toda esta  tremenda ola solidaria”. Me ha servido para comprobar que a aún quedan personas muy  humanas a la que se les mueve el corazoncito ante las  desgracias ajenas. 

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