El de anoche era un partido especial para dos jugadores del Celta, Jozabed Sánchez y Fran Beltrán, pues ambos visitaban el estadio donde más habían brillado en su carrera antes de llegar al conjunto vigués.
Los dos brindaron buenas tardes de fútbol en Vallecas pero ayer fueron recibidos con sonoros pitidos cada vez que entraban en contacto con el balón.
La herida la tienen más fresca los seguidores del Rayo con el caso de Beltrán, quien el pasado verano dejó la capital por Vigo cuando el Celta pagó la cláusula de rescisión de 8 millones de euros. Entonces, el club rayista realizó graves acusaciones al vigués, aunque no trascendió problema alguno anoche en el estadio.
Morriña Celeste
De hecho, pese al frío y el juego del equipo por momentos y aunque fuese viernes, el equipo vigués estuvo apoyado desde la grada por aficionados celestes, con la peña Morriña Celeste en cabeza. La pena es que tuvieron que sufrir una triste derrota más en un estadio maldito para el Celta.n
