Opinión

PGE 17: Números y política

Si las cuentas no fallan, a Cristóbal Montoro le contemplan once Presupuestos Generales del Estado en su condición de ministro de Hacienda. Por eso sonríe con sobrado conocimiento de causa ante los aspavientos de quienes denuncian la debilidad del Gobierno frente al ventajismo de nacionalistas vascos y canarios al forjar una mayoría de respaldo parlamentario a las cuentas del Estado para el año en curso.
Es lugar común referirse a la factura que el PNV (5 diputados), Coalición Canaria (1 diputado) y Nueva Canarias (1 diputado) le pasan al Gobierno por sacar adelante los Presupuestos ¿Cuánto nos cuesta eso a los españoles?, nos preguntamos. Y en ese punto el experimentado titular de Hacienda suele desplegar su doctrina sobre una inapropiada forma de hablar. "No nos cuesta nada", dice, porque "en la democrática España eso es, simplemente, cambiar de sitio el dinero".
Así que propone reformular la pregunta. No deberíamos preguntar cuánto cuesta a los españoles que vascos y canarios apoyen los PGE sino cuánto cuesta a España la inestabilidad política que frena el crecimiento y la creación de empleo, porque ese sería el precio. Y es lo que está en juego. No solo en lo que se refiere a la aprobación de los PGE 17, ya en la recta final de su tramitación, sino también respecto al irresponsable desafío del nacionalismo catalán al Estado, cuyo choque de trenes también se percibe cada vez más cerca.
Marianismo puro y duro. Que la política no frene la creciente mejora de la economía. Que la política no estropee los números. Todo por el crecimiento y la creación de empleo, de lo que da testimonio el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont: "Con Rajoy no hay forma de avanzar sobre el referéndum, porque solo habla de economía y no de política".
Tampoco se deja de hacer política cuando se manejan números. El Gobierno no verá debilidad en la negociación con el PNV por el hecho de que se vayan a Euskadi 1.200 millones de euros por las cantidades indebidamente aportadas por el Gobierno vasco al Estado a cuenta del "Cupo", pendiente de actualización desde 2009. Política es lo que inspira el reconocimiento de esa deuda, explicado como puesta al día del singular modelo vasco de financiación autonómica.
Lo mismo puede decirse de las ventajas logradas por dos partidos canarios (CC y NC) para los ciudadanos de su Comunidad. El Gobierno hace política al recordarnos que en ese querido rincón de España, con un régimen económico-fiscal diferenciado, es de justicia bonificar parcialmente los billetes de avión de sus ciudadanos a la península y totalmente si se trata de mercancías. ¿Quién va a estar en contra de que el Estado se comprometa a invertir en Canarias, con un 25 % de paro, unos 1.500 millones de euros en tres años?

Te puede interesar