ELECCIONES 25-s

Las palabras desafinadas del mitin

Alberto Núñez Feijóo, candidato del PP. , Xoaquín F. Leiceaga, candidato del PSOE., Luis Villares, candidato de En , Ana Pontón, candidata del BNG. y Cristina Losada, candidata de C's.
photo_camera Alberto Núñez Feijóo, candidato del PP. , Xoaquín F. Leiceaga, candidato del PSOE., Luis Villares, candidato de En , Ana Pontón, candidata del BNG. y Cristina Losada, candidata de C's.

Es difícil medir el impacto electoral de cada palabra, especialmente cuandos los candidatos se entregan a la improvisación. Pero incluso esta civilizada y tranquila campaña del 25-S suma ya algunos sobresaltos políticos.

Nos conviene que haya tensión”. Aquel célebre micrófono abierto de Zapatero diciéndole a Iñaki Gabilondo en 2008 marcó una campaña y de una manera un tanto abrupta de sacar a la luz la trastienda electoral. Aunque en estos días los políticos que participan en la campaña gallega miden al milímetro sus intervenciones, ninguna está a salvo de errar el tiro, de caer en el exabrupto, o de conseguir el efecto contrario al deseado. 

Las estrellas invitadas
Se esperaba con gran morbo político y periodístico, la participación de Iglesias en la campaña gallega, de un modo parecido a cómo se recibieron las visitas de Rajoy, Sánchez, y Rivera. 
Ayer, en Vigo, en uno de los grandes mítines de la campaña de En Marea, Pablo Iglesias caldeó el ambiente acusando al líder popular de ser “el amigo de los narcotraficantes”. Pero la apostilla del encendido discurso del líder de Podemos, ironizando sobre la importancia que se concede “al buen tono o mal tono” en política, abrió sin pretenderlo otra brecha interna en la formación morada: “El día que dejemos de dar miedo a los sinverguenzas, seremos uno más y no tendremos ningún sentido como fuerza política”. 
Las críticas de Errejón a este mensaje en Twitter desencadenaron otro inesperado debate interno a pocos días del 25-S.
La irrupción del histórico Xosé Manuel Beiras en la campaña a favor de Villares -su Anova está integrado en la Marea-, ascendió pronto a los titulares por el trazo grueso de sus comentarios sobre Feijóo, al que llamó "imbécil, “vendedor de preferentes” y “bacteria tóxica” que “deixa morrer á xente nas súas casas”. También levantaron polémica las declaraciones de Beiras a raíz de la paternidad de Feijóo, al que acusó de "xogar a formar unha familia como si se tratase dun xoguete máis".

La potestad sobre “la gente”
En el acto electoral del pasado lunes en Ourense, en medio de las críticas a las encuestas que no le favorecen, al líder socialista se le escapó un comentario que sorprendió a algunos de los presentes: “O que nos preocupa non é a gobernabilidade en España, iso preocupa aos periodistas pero non aos cidadáns", para expresar finalmente su interés exclusivo en Galicia. Precisamente sobre quién puede arrogarse la potestad sobre la gente han vuelto a saltar chispas en esta campaña. 
Si Luís Villares ha exclamado en varias ocasiones que su partido es el de la gente -“a enquisa que nos preocupa é a enquisa da xente”-, también el líder popular está abusando de forma parecida de conocer la voluntad de los gallegos. 
En un pantano parecido se metió Leiceaga en Burela: "Si los gallegos votan con el corazón, quieren cambio". 

Obviar a Pontón
Estrategia común a todos los partidos, pero en particular al PSOE y En Marea, está siendo obviar la candidatura del BNG. Resulta casi imposible encontrar menciones -ni buenas, ni malas, ni neutras- a Pontón, incluso entre los líderes de En Marea, que por efecto del trasvase desde AGE acoge una parte importante del voto nacionalista. Un error -o no tanto, se verá el próximo domingo- de cálculo que, en ocasiones, como ocurrió en el debate de la TVG, contribuyó a que la audiencia simpatizase con la candidata, que recibió muy buenas valoraciones tras el programa.

no más debate
Mucho se ha debatido sobre el debate. Tras el programa que juntó a los cinco candidatos la pasada semana en TVG, el líder popular debía responder a la propuesta de TVE para realizar un nuevo debate televisado. Mientras que los otros candidatos accedieron a la invitación de la televisión pública, Feijóo puso como condición que el PSOE, En Marea, y el BNG, eligieran un único candidato, para evitar el cuatro contra uno que se vivió en diferentes momentos del pasado debate. Sin embargo, la propuesta logró encallar las negociaciones, mostrando al líder del PP como el obstáculo que impide el debate.

El autobús de C's
Por lo elocuente y su impacto mediático, la corona de los errores de campaña se la llevan los lemas y la bandera de Galicia del autobús de Ciudadanos, que dejaron en muy mal lugar a Losada en el arranque de la campaña. Más tarde, la candidata quiso demostrar en la práctica la normalidad lingüística intercalando gallego y castellano en el debate de la TVG, en una baza que también cosechó críticas porque su pretendida naturalidad no fue percibida como tal. 

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