Opinión

Otra vez la silla vacía

Vigo no decepciona porque siempre decepciona. O si se quiere expresar de otra forma, no pierde (perdemos) ninguna oportunidad para perder una oportunidad. Pasó de nuevo ayer. Abel Caballero llamó -no diría convocó- a los alcaldes de la zona para hablar sobre incendios, ayudas y medidas a plantear ante las instituciones gallega, española y europea. Acudieron ocho, ninguno del Partido Popular. Era lastimosamente previsible. Unos minutos después la portavoz popular Elena Muñoz señalaba que el regidor vigués carecía de competencias para convocar -lo que es cierto- tras el bloqueo del Área Metropolitana. 
También resulta bien conocido: el Área no funciona porque el Concello de Vigo, apelando a que su visión del convenio firmado no coincide con la lectura que hace la Xunta, no se sumó al transporte metropolitano, condición previa legalmente para que el organismo comarcal se constituyera y empezara a trabajar en sus competencias, entre ellas la coordinación y prevención ante incendios.
Sin Área, y por tanto sin transporte metropolitano completo, los vigueses pagan más por sus viajes, los de Cangas tienen que aportar parte del billete a los viajeros vigueses y en definitiva, Vigo pierde y con la Muy Leal toda la comarca. Nadie gana, esa es la realidad.
Por eso la llamada de ayer era importante: parecía una oportunidad para comenzar a desandar lo andado al sentarse en una mesa los mismos protagonistas. Muñoz aseguró que el regidor vigués sólo quería otra foto, y quizá fuera así, pero era un buen momento para demostrar que siempre  tiene la mano tendida y romper un empate infinito. En esta ocasión el alcalde vigués dio un paso y se mostró abierto en su propuesta a reiniciar el proceso con un reencuentro con el Área Metropolitana y quizá de ahí podría salir algo positivo, un acuerdo mínimo o la esperanza de algo. Pero no ha habido respuesta. O sí, la silla vacía. Y a continuación, la vuelta a la barricada con la exigencia de que el presidente gallego retire el recurso que paraliza el Área y tramita el juez de lo Contencioso, y la consiguiente respuesta negativa de la Xunta. Una oportunidad perdida. Otra. Continuará...

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