Opinión

Una oportunidad

En el PSOE están de enhorabuena. A poco que sean listos y sepan cerrar heridas en el próximo congreso amen de elegir a la persona adecuada para dirigir el partido, podrán recuperar muchos de los votantes que se les escaparon a Podemos y a Ciudadanos.
Con el partido de Albert Rivera declarándose liberal y Podemos apostando por "el asalto a los cielos" el PSOE puede volver a recuperar a los votantes de izquierda que ni quieren ser liberales ni quieren tampoco decantarse por escorarse a la extrema izquierda.
Eso sí, el PSOE se equivocará si cree que porque en Podemos ha ganado Pablo Iglesias y en Ciudadanos el liberalismo tienen ya el terreno conquistado. Y no es así, porque de lo que se trata es de que vuelvan a ser socialdemócratas en la teoría y en la practica y por tanto presenten un proyecto encaminado a afrontar los problemas reales de la inmensa mayoría de los ciudadanos, algo que habían dejado de hacer en los últimos tiempos.
Lo cierto es que la derrota de Iñigo Errejón supone para Podemos ni siquiera explorar la vía de hacer un partido transversal capaz de aglutinar el voto de muchos ciudadanos de centro-izquierda y sobre todo de influir en la política con acuerdos y entendimiento con otros partidos. Si las tesis de Iñigo Errejón hubieran salido adelante entonces el PSOE sí que tendría un problema. Y es que como vienen repitiendo los sociólogos las elecciones se ganan en el "centro". Hasta ahora el paso de Podemos por las instituciones, principalmente por el Congreso de los Diputados, está resultando sin pena ni gloria, más allá de algunos números propagandísticos que no tienen ningún recorrido político y que desde luego no conllevan resolver los problemas reales de la sociedad. Aún queda mucha legislatura por delante pero está por ver que la oposición que hace Podemos sea realmente útil. 
Así que el PSOE se ha encontrado con una oportunidad que, si la sabe aprovechar y deja de desangrase en querellas internas, podrá recuperar la hegemonía de la izquierda y sobre todo volver a ser una opción creíble de gobierno. Para eso también debe de dejar de hacer políticas periféricas que es lo que ha venido haciendo como porque había dado por hecho que el Estado del bienestar en líneas generales funcionaba y más o menos era así hasta que llegó la crisis. A los socialistas solo les queda acertar a la hora de elegir quién gestionara el partido. Y si me apuran su futuro dependerá en buena medida de esa decisión.

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