Galicia

Obras son amores...

Edificio judicial A Parda (izquierda) que se construye anexo al actual (derecha).
photo_camera Edificio judicial A Parda (izquierda) que se construye anexo al actual (derecha).

En stos días de intenso bullicio turístico es habitual encontrarse con visitantes charlando sobre los aspectos que más les llaman la atención de la ciudad que les acoge.

Los que repiten suelen incidir en los cambios introducidos tras su última escala; los neófitos acostumbran a destacar lo recién descubierto. Y en esas estamos cuando, hace un par de semanas coincidieron en la fila del supermercado una señora, madrileña ella, con un asturiano de bermudas y alpargatas.
Sus acentos les delataron y eso les animó a entablar una conversación mientras aguardaban el paso por caja. Bajo el monotema de sus impresiones sobre la ciudad, los piropos capitaneaban el diálogo, hasta que saltó un lamento, un indisimulado reproche.
- ¿A usted no le ha sorprendido que casi no se ven autobuses?
- Pues sí, mucho. Pero tengo entendido que es porque no existe transporte urbano.
- ¡No me diga! Debe ser de las pocas grandes ciudades que carece de este servicio. Una pena…
- El año pasado ya ocurría lo mismo y nos dijeron en la Estación de Autobuses que estaban trabajando para solucionarlo. Pero que, mientras tanto, si queríamos dar una vuelta por los ayuntamientos limítrofes, debíamos ir en un coche particular o en taxi.
- Me parece increíble que una ciudad como Pontevedra carezca de algo tan básico. Hasta luego y buenos días.
- Buenos días.
Y, ciertamente, todo parecía encauzado para que 2018 fuese el año de la inflexión, del despegue definitivo del transporte metropolitano en la comarca. Incluso se había fijado su coste anual: 1,35  millones de euros, de los que 936.500 los aportaría la Xunta y los 422.500 restantes los 12 concellos implicados en el proyecto.
Pero los tira y afloja tan habituales entre administraciones de distinto color político han ralentizado la euforia inicial. El BNG pone ahora matices a la propuesta autonómica y, aunque asegura que "finalmente, haberá acordo", lo cierto es que el tan demandado servicio sigue "en vía muerta".
Puede que por contagio de la desidia burocrática, algo similar le ha ocurrido a otro de los grandes proyectos previstos para este año en la ciudad: la futura estación intermodal, presentada a bombo y platillo como un ejemplo de colaboración entre Concello y Xunta. Inicialmente las obras iban a empezar este año pero un encarecimiento de las mismas (que se elevan hasta los 5,4 millones) ha obligado a dejar las excavadoras para el año que viene.
Mucho más avanzadas están otras grandes intervenciones derivadas de la inversión pública. El más llamativo, por su simbolismo, es el edificio de Benito Corbal, antigua sede de la Xunta y que a partir del próximo mes de marzo (si se respetan los plazos) albergará las oficinas de Inem, una veintena de asociaciones vecinales y sociosanitarias y un espacio universitario repartido por las cuatro últimas plantas. Los trabajos tienen un presupuesto de 5,1 millones de euros.
Siguiendo con el capítulo de las grandes infraestructuras en marcha, también para el primer trimestre de 2019 está previsto (al menos, ese es el último anuncio formal realizado por la Xunta) el estreno de la bautizada como "Cidade da Xustiza", merced a la puesta en marcha del edificio que se construye en A Parda, anexo al existente.
Dificultades administrativas, primero, y técnicas, después, demoraron un inicio de las obras que trastocó los planes del Ejecutivo autonómico, pero ahora parecen cumplirse escrupulosamente.
Sin duda, la más faraónica de las mejoras urbanísticas para la ciudad a corto plazo está en Montecelo. De momento, la actuación solo está en los planos, pendiente de que se cumplan los engorrosos trámites. Pero el compromiso de todas las administraciones implicadas está fuera de toda duda y la ampliación del hospital empezará a ejecutarse a finales de este año o principios del que viene. El reto es visibilizarla en 2021.
- Desde luego, Pontevedra está cambiando a pasos agigantados. De un verano para otro casi ni se reconoce...
- Pues si esto le llama la atención, verá dentro de cuatro o cinco años...
El escueto diálogo se produjo entre una turista fiel a la ciudad y la dependienta de una panadería. La primera se asombra por la reforma urbana aplicada en los últimos meses y la segunda la advierte de lo que aún queda por llegar: Ronda Urbana en la parte Este de la ciudad, una gran rotonda para regular el acceso a la Ciudad Infantil Príncipe Felipe, peatonalización de Virxe do Camiño y José Casal, reforma integral de Cruz Vermella y Padre Gaite, restauración y peatonalización del puente de O Burgo, restauración -y posible rediseño viario- del puente de A Barca, rehabilitación de un tramo de Rosalía de Castro... son algunas de las obras que se encuentran en desarrollo o a punto de iniciarse en este ejercicio, siguiendo el modelo de ciudad programada por el BNG desde su llegada a la Alcaldía.
A todas ellas hay que sumar la profunda intervención realizada en la planta superior de la Plaza de Abastos, con reasignación de espacios incluida, y la prevista para el pabellón multiusos de A Xunqueira, la primera que se financiará con fondos EDUSI por un importe de 1,9 millones de euros.
Las buenas intenciones se agradecen, pero obras son amores…

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