Cartas al director

El nuevo Triángulo de las Bermudas, cuba, Venezuela y Nicaragua

 Los que conjuntamente con las izquierdas españolas, no quiere escuchas, sus latidos profundos, mucho menos sus llamadas de auxilio, ante la masacre que hoy vive el pueblo de Nicaragua, 350 muertes violentas y el acoso a su pueblo e instituciones católicas, que se revela hoy contra los falsos profetas sandinistas. Lo triste es que todo ello es una realidad viviente que desbarata sus falsedades y falacias cuando acusaban de dictador salvaje a Somoza, para llegar al poder, era su coartada y ritual para sacarlo del mismo. Con  el quítate tu para ponerme yo. El tiempo y demás muy corto, pone a cada quien en su justo lugar. Así aparece este triángulo farsante comunista de las Bermudas. Mientras este espectáculo hoy triste y denigrante se está desarrollando en Nicaragua, aquí en España, el PSOE y sus socios bolibarianos, unidos a los separatistas y sus ayatolaes, guardan un silencio sepulcral e indiferente, ante esta masacre, ya lo hicieron antes con Cuba y anteayer con Venezuela, porque ellos están ensayando hoy su nueva y provocadora encerrona, a la derecha y la unidad de todos los españoles.
No los perdamos de vista, quieren devolvernos a su pasado, antes del amanecer, con muchas y complejas complicidades, que sin duda alguna, como decía Machado, nos helará el corazón.  Con respecto a los años tenebrosos del 36 en España, hoy trasladados a Nicaragua que hoy tiene a su pueblo sometidos a los ataques despiadados de asesinos comunistas, contra la derecha, la Iglesia Católica y su educación concertada de la que forma parte sustancial la familia nicaragüense, profundamente católica y hoy acosada por los de siempre. Ya lo hicieron ayer con la excusa de derrotar a Somoza y pretenden repetirlo hoy para  perpetuarse en el poder a toda costa, con muchos cómplices anónimos.
Tal vez este acoso descarado a la Iglesia Católica hoy en Nicaragua, nos desvele complicidades obscenas y desconcertantes, de algunas autoridades de la Iglesia. También hoy aquí en España, donde vemos obispos y monjas haciendo comparsa descarada con sus verdugos de ayer y hoy. Lo sucedido en Cataluña, País Vasco y la complicidad palmaria y cobarde, con la exhumación de Franco, que no ponen impedimento alguno para exhumar sus cenizas del Valle de los Caídos, bajo su guarda y custodia, así paga el diablo a quien le sirvió, tal vez si no fuera por su intervención y victoria del 39, poca o ninguna relevancia tendría en España hoy y mucho menos la garantía para su existencia y convivencia alcanzada, estos últimos años. Esta supuesta complicidad nos pone en alerta y sobre todo crea desconcierto por los ataques programados y anunciados por el nuevo gobierno de Sánchez y sus ayatolaes, contra la iglesia y su educación concertada, ojalá me equivoque pero detrás de todo ello puede estar un trueque peligroso o una zancadilla mediática y programada como la que Sánchez acaba de ofrecer con Borrel de ministro, que ya nos enseñó su patita y para lo que fue nombrado.
Las tristes y desgraciadas situaciones creadas en este triángulo maldito, de estas tres naciones hermanas, no son ejemplos a seguir y menos a permanecer en silencio. Mientras la miseria y destrucción se apoderan de ellos. La comunidad internacional debe actuar para liberarlos y protegerlos, ayer ya sucedió con Cuba, luego siguió Venezuela y ahora estalla Nicaragua. América latina intenta soltar amarras del nuevo comunismo, con disfraz de socialismo del siglo XXI, Europa y España en particular, empiezan a sentir su acoso descarado y vulgar con muchos frentes abiertos y traicioneros, ojalá despertemos en tiempo y forma Brasil, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Perú, Eua y Colombia, ya lo hicieron y cabalgan hacia una economía sólida, social y democrática de derechas. 
Los espectáculos cómplices, de la cúpula de la Iglesia Católica con los supuestos acuerdos de paz, que traicionaron la voluntad expresad por el pueblo colombiano. Quedó reflejado en la pasadas elecciones como también quedó lo hecho en Venezuela por el nuncio y su amigo Zapatero como mediadores cómplices, para apuntalar a Maduro. Ello provocó la renuncia del cardenal Urosa Sabino y el repudio del pueblo católico de Venezuela. Ya veremos los efectos que asomarán en España muy pronto.