Opinión

Mujeres imparables

De norte a sur y de este a oeste surgen foros, encuentros, congresos, seminarios, debates sobre igualdad, sobre participación femenina, sobre mujeres que emprenden, que arriesgan, o que reflexionan sobre lo mucho que queda por hacer.
En algunas ocasiones he tenido el sentimiento de un cierto “hartazgo” en algunos entornos y me ha producido profundo malestar. He recordado a las “locas de la Plaza de Mayo”, esas madres, esposas, hermanas de prisioneros desaparecidos de la dictadura argentina que semana a semana, año tras año, se juntaban en dicha plaza a reclamar a los suyos. Sutil forma de machismo: no sólo no hay igualdad, sino que, además, molesta que se reivindique.
Hace unos días tuve el placer de participar en una intensa jornada en la que un grupo de mujeres compartió experiencias profesionales y analizó los problemas de visibilidad que persisten aún en todos los ámbitos. Algunos de éstos permanecen férreamente cerrados a la entrada de mujeres como pueden ser la jerarquía de la justicia o las altas esferas de la banca y la dirección empresarial. No olvidemos tampoco al mundo académico. Es verdad que las mujeres somos ya mayoría en las aulas pero aún escasas en las cátedras.  ¿Y qué decir de los rectorados o equipos de investigación?
“Mujeres imparables” se denominaba el encuentro organizado en Pontevedra hace unos días. El nombre dice mucho. Siempre he pensado que el camino hacia la igualdad entre mujeres y hombres no es lineal ni continuo. Como los escorpiones muchas veces vamos hacia atrás y, como las tortugas, otras tantas –demasiadas- vamos muy lentamente. Peor lo que sí es cierto es que este recorrido es imparable e irremediable. Y esto por una razón muy sencilla. Porque esta es una carrera en que todos somos vencedores. No deberían haber, por tanto, escollos ni barreras para alcanzar la meta.
En “Mujeres imparables” pudimos comprobar, una vez más, la enorme capacidad creativa que está ahí, a la espera de contar con un pequeño empujón para salir a la luz. Confirmamos que la inventiva y capacidad emprendedora femenina es ilimitada. “La emprendedora actual lo es porque no le queda más remedio, el mercado laboral no es aún capaz de absorber toda la oferta que existe y las mujeres tienden a crear su puesto de trabajo”. Es lo que afirman algunos, queriendo menospreciar el esfuerzo emprendedor. Se equivocan. Lo importante no es la motivación para crear su propio puesto de trabajo sino tener el coraje de hacerlo. Aunque no siempre esto suponga un éxito. 
Lo más valioso que puede tener un país es su energía creativa, su dinamismo y esa es una virtud que a las mujeres les sobra. El encuentro organizado en ese magnífico edificio que es el Museo de Pontevedra, es una prueba irrefutable de que queda mucho por hacer en materia de visibilidad, paridad e igualdad de género.  Pero también es la confirmación de que  hoy las mujeres tienen todas las condiciones para dar un salto cualitativo y que está en sus manos darlo.
Contar con el apoyo de la administración es determinante. Tal fue el caso en este evento de la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, que con el apoyo a la organización de “Mujeres imparables” y su presencia afirmó su compromiso real con las mujeres de hoy. 

(*) Presidenta de Executivas de Galicia.

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