Adolfo Domínguez, empresario

"Mis hijas son la garantía de la empresa tras un desastre de cuatro años"

Adolfo Domínguez, durante su intervención.
photo_camera Adolfo Domínguez, durante su intervención.

Adolfo Domínguez expresó el orgullo de la transición familiar de la marca, habló del modelo de moda sostenible como eje estratégico y comentó su novela "Juan Griego": "Una obra para pensar"

"Estas raíces son las mías. Me enorgullece que Adolfo Domínguez se haga desde Ourense", enfatiza Adriana Domínguez (Ourense, 1976). La CEO de la empresa textil presentó a su padre en el Foro La Región celebrado en el restaurante A Carballeira. Habló de la paternidad que "da alas", del impulso de un icono que confía en un modelo de sostenibilidad en tiempos de moda rápida. Una marca y una filosofía que ahora sostiene ella, su primogénita. Él la llama "garantía". Los datos la "culpan" de la reducción del 70% de las pérdidas de Adolfo Domínguez tras una etapa con una directiva externa que el diseñador califica de "nefasta". E insiste: "Nefesta". Pero Adolfo Domínguez (Trives, 1950) quería hablar de su libro. "Juan Griego" (editorial Defausta) es una novela meditada durante media vida, una revisión de su única obra, con el mismo nombre, y que se publicó hace 25 años. "Es un canto a la alegría y la trama es un pretexto para pensar", comentó Adolfo Domínguez.

“Juan Griego", un hilo a seguir
El hilo de la novela, que toca temas como la dictadura argentina, torturas, romances, narcotráfico colombiano y hasta física cuántica, sirvió para tejer una tertulia con los periodistas de La Región Javier Rey y Xabier Blanco. Adolfo Domínguez habló de política y de economía. También de turismo y de raíces. La frase "Ourense es un sitio para quedarse a vivir" se llevó el aplauso. "Yo trabajo en Madrid, pero siempre quiero volver aquí", añadió.

La transición familiar
Se confesó optimista sobre el futuro de la provincia y habló de raíces, esta vez las de la empresa: "Estoy feliz de que en Adolfo Domínguez haya una transición familiar. Doy gracias porque mis hijas Adriana, Tiziana y Valeria (se emociona) serán la garantía de continuidad. La anterior directiva, que estuvo cuatro años, fue un desastre sin paliativos. Sostuve una posición en el anterior consejo, cuando querían llevar la empresa para fuera. Dije: 'Por encima de mi cadáver'. En el espacio de dos meses conseguí que todos dimitiesen, quedó uno, el único que compensaba que se quedase". No se considera pesimista. "La novela es dura porque la vida es dura", contestó.

“Resisto porque escribo"
Los asistentes al foro descubrieron que la literatura –pasión antigua pero de materialización reciente–estuvo siempre detrás de los momentos más duros de la empresa. En la charla se mencionó, por ejemplo, el incendio en la fábrica de San Cibrao en 1991. "Yo soy capaz de resistir lo que sea porque escribo. Es lo que me da energía", comentó el diseñador en una pregunta sobre este mundo paralelo, una afición que gestó en trenes y aviones. "He escrito infinitas páginas", dijo. En "Juan Griego" se condensan 700. En verso. "Porque el verso se hizo para memorizar, te lleva, te arrastra. Yo uso códigos y el verso me ayudó a una concisión tremenda", explicó. Sobre hábitos se confesó lector de pocos autores, pero a los que vuelve muchas veces. "Shakespeare lo es todo. Cervantes, Rulfo, Juan de la Cruz... Pocos más metería en la lista". Hemingway no es uno de sus modelos.
"Juan Griego" está publicado por la editorial independiente Defausta, especializada en literatura moderna traducida. Es un sello alejado de los más mediáticos al que Adolfo Domínguez se entregó por su editora:"La escogí por su calidad. Es extraordinaria. 'Juan Griego me lo corrigió ella y mi hija Tiziana con fiereza".

Politizado y despolitizado
Eligió Argentina para la trama de "Juan Griego", para hablar de esplendor y decadencia. "Puedes hablar de todo lo cercano a través de otra historia. Es una novela trepidante que da respuestas.", sugirió. Conectando con España, habló de política: "Los españoles y los porteños están muy politizados. Los países más despolitizados son los más exitosos, como Norteamérica". A la juventud "airada" hizo referencia en varias intervenciones, también cuando tocó de puntillas la política: "Prefiero ser gobernado por viejos que por jóvenes".

Feminismo
La transición familiar e, inevitablemente, el nombre de su hija Adriana Domínguez, copó gran parte de la intervención del diseñador. Él se encargó de presumir de la idea de "Sé más viejo", el "La arruga es bella" 2.0 que ideó su hija y CEO de la empresa. "Las transiciones no son fáciles, pero la filosofía sigue estando porque Adriana, Tiziana y Valeria la tienen. Son mujeres formadas, educadas. Adolfo Domínguez está mejor en las manos profesionales de mis hijas que en los bichos profesionales", sentenció.
A la ciencia, otro tema que toca en el libro, le dedicó un capítulo. "Hago un canto a las ciencias porque creo que ya no son la asignatura pendiente de España, lo fueron. La asignatura pendiente es que las mujeres la invadan. Hay que pasar de un 30% a un 50% de mujeres en la rama politécnica. Esa también es la liberación femenina", apostilló.

¿Por qué Ourense?
Le preguntaron en la tertulia sobre qué cree que ocurrió en Ourense para que se convirtiese en cuna de industrias textiles punteras como Adolfo Domínguez. "Las circunstancias. Creo mucho en el azar. Empezó algo y fueron colgándose cosas. El azar es importante hasta en política. En las empresas, hay que mezclar imaginación y racionalidad. Lo que pasa es que a veces te equivocas", respondió.

Retorno a las raíces
"Juan Griego y las raíces de una empresa" fue el título escogido para el Foro La Región protagonizado por Adolfo Domínguez, al que Antonio Nespereira, periodista de La Región, tildaba de "icónico" al inicio de la conferencia. 
En una de las mesas de invitados, un trabajador que cumple 25 años en la empresa, compartía 
–enfundado en un traje gris de la marca–, la filosofía del impulsor. La de que el conjunto dure diez años y la de creer en lo que uno hace. "Es que él cree en lo que hace", enfatizaba. 
Mientras, Adolfo Domínguez volvía a las raíces con una frase contundente: "La transición está hecha". Las miradas constantes durante su intervención, el beso y el abrazo que capta la fotografía son el reflejo del relevo familiar que quiso el Adolfo Domínguez padre y el Adolfo Domínguez empresario. Un pilar estratégico que no estaba dispuesto a perder. "Por encima de su cadáver", dijo. Y Adriana Domínguez es su garantía de presente y futuro.

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