Opinión

Marín, que va hacia arriba

El presidente de Puertos del Estado, José Llorca, se dio este pasado lunes un recorrido por Marín donde conoció las obras de ampliación en marcha con una inversión de 27 millones de euros, en su mayoría, 19 millones, gracias a fondos europeos. La ampliación de la terminal de Marín, ya imparable, supondrá para el puerto de la Ría de Pontevedra un paso definitivo de cara a la competencia con la terminal de Vigo, hoy por hoy muy superior en sus instalaciones... pero mucho más cara debido sobre todo a los costes de la estiba. Se trata de algo bien conocido y que tendrá remedio probablemente en dos o tres años, una vez sea operativa la nueva normativa española, que transfiere la europea en contra de los monopolios laborales portuarios. Para entonces, puede que ya sea tarde y que el puerto vigués se sitúe a un nivel similar al de Marín. Hace apenas tres años Vigo movía cinco veces la carga en contenedores y mercancía general de Marín y hoy es tan sólo el doble gracias a una suma de factores, una ecuación que se mantiene. Es cierto que la tendencia parece haberse ralentizado pero la fuerte inversión realizada  en mejorar legítimamente los muelles y su entorno puede cambiar las cosas. Hace unos días, el presidente del Puerto vigués reconocía que no hay ninguna garantía de que navieras como MSC o WEC no tomen el camino de Maersk y se cambien de ría.
Lo más curioso, y ahí la queja, es que gran parte del puerto de Marín se ha desarrollado sobre una plataforma condenada por los tribunales por ilegal en sentencia firme. Recordemos: en Vigo la obra de Areal estuvo años parada por un juez.

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