Opinión

Les amants

Falleció Jean Moreau. Tenía 89 años. Se fue una de mis actrices preferidas durante mi juventud. De madre inglesa y padre francés comenzó su vida artística desde una temprana edad, con apenas 20 años debutando en un festival de teatro en Aviñón. Era el año 1947. Durante toda su carrera era considerada como una de las intérpretes más representativas de su país. Quizás una de sus interpretaciones más famosas fue una película rodada en 1957 por el director Louis Malle, su segunda, ‘Les Amants’ sobre una mujer, Jeanne, de la alta sociedad, casada con un magnate del periodismo, querida de un jugador de polo y sobre todo aburrida con su modo de vida. Un día se le estropea el coche al volver de Paris a su chatteu y un joven arqueólogo en su furgoneta de dos caballos la recoge. 
A partir de este momento la película comienza en un preludio de hipnotismo sexual que culmina con una de las escenas más eróticas del cine de la época, condenada por ciertos sectores de la censura de algunos países por estar al borde de la pornografía. Tuve la suerte de verla en Buenos Aires, cuando cumplía el servicio militar en versión original con subtítulos. Me encantó. Años más tarde, al comenzar a cambiar la actitud de censura - el ejemplo es la película ‘El último tango en Paris’ de 1972 que más que erótico era una guarrada - ‘Les Amants’ llegó a ser considerado uno de los mejores ejemplos del arte cinematográfico de su género. Confieso que muchas de sus películas, la mayoría francesas nunca las llegue a ver, aunque de los que pude, recuerdo dos posteriores, ‘Viva María’ (1965) con su compatriota Brigitte Bardot y ‘El Tren’ (1964) con Burt Lancaster. El primero se desarrolla en un país ficticio de Centro América, a principios del siglo XX cuando una de las protagonistas (Moreau), hija de un terrorista irlandés conoce a la otra (Bardot) una corista en un circo y ambas deciden introducir un acto de striptease que a su vez convierte famoso al circo. Luego conocen a un joven revolucionario y comienza la lucha para echar al dictador. No hay nada de nuevo en al guion pero la película era musical y divertida dirigida por el mismo Louis Malle. La otra película era una coproducción USA/Francia sobre un hecho real durante la II Guerra Mundial. Al comienzo de la retirada de la ocupación alemana en Paris en 1944, un coronel alemán, amante del arte, decide llevarse una valiosa colección de cuadros mundialmente famosos de un museo a Alemania antes de que lleguen las tropas aliadas. 
El único método de transporte que queda es por tren y consigue permiso de sus superiores a trasladar el valioso cargamento. Al enterarse los aliados, solicitan a los miembros de la resistencia francesa, muchos de los cuales son ferroviarios, que obstruyan el paso en la ruta desde Paris a Berlín. ¿Y Jean Moreau? La trama se centra, gracias a la astucia de cambio de vías en desviar el tren en un círculo pasando por varias estaciones en donde la resistencia ha cambiado los nombres mientras los alemanes siguen la ruta equivocada en un mapa dentro del vagón de comando.
 El punto neurálgico es un pueblo de cruce donde hay un albergue que regente la actriz francesa. Tiene un rol muy pequeño pero importante. Su marido murió al principio de la guerra y no quiere saber nada de lo que esta pasando. Sin embargo, el héroe (Burt Lancaster), que es el que organizó todo el follón finalmente consigue su ayuda. (QEPD)

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