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Lanzar dardos, formar lazos

La confraternización fue una constante en los cuatro días que duró el torneo en un Mar de Vigo que se pareció más a una reunión de amigos que al escenario de una competición.
photo_camera La confraternización fue una constante en los cuatro días que duró el torneo en un Mar de Vigo que se pareció más a una reunión de amigos que al escenario de una competición.

El Torneo Internacional de Radikal Darts puso de manifiesto el extraordinario ambiente alrededor de este deporte

Hay quien dice que hay deportes que son más un estilo de vida que una simple confrontación para medir habilidades. Probablemente los dardos entren dentro de esa categoría. En el décimo Torneo Internacional de Radikal Darts, celebrado de jueves a domingo en el auditorio Mar de Vigo, a buen seguro que fue así. El campeonato, organizado por la marca española Gaelco, congregó al borde de la ría a 3.800 participantes procedentes de hasta doce países diferentes que, junto a sus acompañantes, elevaron a 5.000 las personas que rodearon al evento. "Calculamos un impacto total de entre 500.000 y 600.000 euros para la ciudad", explica Alejandro Álvarez, Director Deportivo de la marca, que reconoció que la participación "superó las expectativas". 
El carácter lúdico y social de los dardos hace posible que el beneficio económico para la ciudad sea superior que el meramente referido al torneo. Equipos alemanes, austriacos y nórdicos se quedan una semana, para disfrutar de las bondades que Vigo ofrece al turismo. En particular de la gastronomía, de la que se han enamorado.
"Al final, hay un porcentaje muy grande que viene al torneo a disfrutar de unos días con amigos y a pasarlo bien", explica Óscar Ortega, Director Deportivo de la Selección Galega de Dardos, que reflejó su satisfacción por el buen momento de la disciplina en Galicia: "El nivel en Galicia es alto. En la categoría de equipos, los americanos se llevaron la victoria pero los segundos y los terceros fueron gallegos".
Uno de los integrantes del equipo subcampeón, el Barbantia, fue Ángel Iglesias, que está considerado como el mejor jugador gallego –en la competición individual terminó quinto–. A pesar de ser uno de los referentes a nivel nacional, Iglesias reconoce que los dardos son un hobby que le ayuda "a desconectar" de los problemas. "Vigo es un sitio espectacular y la ciudad puntera en Galicia. El pabellón, las vistas, todo. Esta organización no tiene comparación con cualquier otra competición. Va todo muy medido y muy rápido", explicó el jugador de Porto do Son, que desveló la intención de que los dardos sean deporte de exhibición en Tokyo 2020.

Árbitro y organizador electrónico
El gran secreto de Radikal Darts es su sistema patentado. Todas las máquinas tienen conexión a internet y graban las partidas, lo que hace imposible trampear los resultados. Además, las puntuaciones de cada jugador quedan registradas de manera que es el propio sistema informático el que distribuye por las distintas categorías a los jugadores según su nivel. Además, hace posible que los competidores no tengan que compartir espacio físico. Ni siquiera es necesario jugar en tiempo real. Las ligas clasificatorias se desarrollan desde septiembre a febrero en cada comunidad y un equipo puede hacer su partida en Vigo una tarde y a la mañana siguiente completarla su rival en Lugo. Por una parte impide el contacto directo, pero por otro agiliza y facilita el juego, además de dejar la confraternización para los torneos nacionales e internacionales.
"Llevo 22 años jugando y se nota el cambio de generación. Hay mucha gente nueva y eso ayuda a nuestro deporte", explicó Eloy Iglesias, un vigués que sigue disfrutando de su pasión por los dardos como el primer día. Una pasión que se transmite de mayores a jóvenes y que permite mantener viva la llama de unos dardos que además de pinchar unen con lazos invisibles a personas de todas partes del mundo.n

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