Opinión

La maternidad de Galicia

El primer vigués de 2018 es una niña que en su partida de nacimiento aparecerá como natural de Salvaterra de Miño, de donde son sus padres. Nada extraño: el hospital público Álvaro Cunqueiro es la referencia de toda el área funcional sanitaria viguesa, el referente para unos 600.000 habitantes, y la ciudad supone apenas la mitad del total. Con el añadido de que mientras la Muy Leal envejece, aunque todavía conserva su vitalidad, en su comarca más próxima se encuentran algunos de los ayuntamientos más dinámicos de Galicia desde el punto de vista demográfico. De ahí que más de la mitad de los niños nacidos sean vigueses de cuna, pero no constará así oficialmente. La buena noticia es que el Cunqueiro, sucesor natural del Xeral, continúa siendo la mayor maternidad de Galicia, con datos que suponen un oasis en el páramo demográfico en que se está convirtiendo Galicia cada vez a mayor velocidad. Ayer,  en toda la provincia de Ourense sólo hubo un nacimiento y tardío, a las cinco de la tarde. Pero en sí mismo no es una noticia: el pasado año tuvieron que esperar hasta el día 7 para el primer parto en toda la provincia y hay varios ayuntamientos donde no hubo ni una sola alta a lo largo del año, mientras en el Cunqueiro la media está en más de ocho niños al día. Pero muy lejos de los grandes años, sobre todo en las década de los sesenta y setenta, cuando era habitual pasar de 7.000 al año. Entonces Vigo fraguó los cimientos de la ciudad que es hoy, en un crecimiento que parecía imparable y que llevó a su conversión en la primera urbe de Galicia. Condición necesaria para todo lo que vino en los años sucesivos: las autopistas, la creación de la Universidad, la terminal ferroviaria de Urzaiz o los servicios administrativos y judiciales propios de una capital de provincia sin serlo oficialmente. El futuro se escribe hoy. Continuará...

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