Opinión

La casa por la ventana

El gobierno aprobó el martes en consejo de ministros extraordinario el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para este año. Lo primero que hay que decir es que contiene muchas mejoras en pensiones, salarios de los funcionarios e impuestos. Ahora que la economía sigue creciendo a un ritmo del 3 por ciento, la recaudación como consecuencia de ello aumenta por encima de lo previsto y casi hemos superado la prueba de déficit público, el gobierno ha decidido dar alegrías a varios colectivos. Eso que se ha dado en llamar el reparto equitativo de la recuperación.
En primer lugar, el cuadro macroeconómico mejora en todas sus variables. Para este año, la previsión de aumento del PIB se eleva hasta el 2,7 por ciento, cuatro décimas más de la última revisión. El empleo subirá un 2,5 por ciento, lo que se traducirá en 475.000 nuevos puestos de trabajo. Parece que el ejecutivo, de la mano ya del nuevo ministro de Economía, Román Escolano, sigue en la línea de prudencia que ha llevado hasta ahora y por lo tanto se sitúa por debajo aún de algunos analistas que hablan claramente, como la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, que hace unos días en la junta de accionistas habló claramente de un crecimiento del 3 por ciento.
En todo caso, el crecimiento sigue, los ingresos aumentan y además no se nos puede escapar que estamos a un año de elecciones. Así que, los funcionarios recuperan poder adquisitivo, las pensiones mínimas y las no contributivas van a subir hasta un 3 por ciento y dos puntos la base reguladora de las de viudedad. También tendrán subida las inferiores a 9.800 euros anuales y a 12.040. Se aumenta hasta 14.000 euros anuales la exención total del IRPF y se incrementa la reducción para las rentas inferiores a 18.000 euros brutos anuales. 3,5 millones de ciudadanos se verán beneficiados, de ellos un millón son pensionistas. El gobierno ya tiene el apoyo de Ciudadanos, ahora espera poder cerrar un acuerdo con el PNV. Desde luego, son unos presupuestos expansivos que le rompen el discurso a la izquierda. Hace apenas unas horas, la portavoz del PSOE, Lastra, hablaba de que no iban a avalar nuevos recortes y de la dictadura del 0,25%. Es lo que tiene hablar antes de conocer el proyecto. Pero, en todo caso, no creo que el gobierno tenga ninguna esperanza en que los socialistas ni tan siquiera se abstengan. Veremos qué ocurre en el trámite parlamentario.

Te puede interesar